CABALLO DINERO (2014) de Pedro Costa

“Ventura. José Tavares Borges”
Empezando la casa por el tejado, “Caballo Dinero” es un largometraje (parasitando levemente de las sinopsis que circulan) que relata la historia de Ventura, un caboverdiano al que todos andan buscando por el bosque el día de la Revolución de los Claveles (que acabó con la dictadura del país luso) y que acaba en una especie de hospital psiquiátrico donde todo el film gira en torno a lo que supuestamente es la mente del protagonista.
Toda la película es una concatenación constante y casi febril de imágenes y situaciones inconexas que van más allá del surrealismo, situándose cerca del delirium tremens del protagonista. Los planos, siempre fijos; los personajes sin acción, paralizados e inmóviles; ambientado en un edificio (hospital) oscuro, laberíntico y con el único sonido de la sosegada voz del protagonista en sus reflexiones sin un claro hilo conductor, así como de puertas y objetos. Sin banda sonora salvo una canción folklórica, convirtiendo el film en algo oscuro y sombrío en el que algunos se han atrevido a decir que trata de emular al expresionismo alemán. Todo esta parte del hospital, se alterna con imágenes de recuerdos de Ventura: el almacén donde trabajaba, que aparece vacío y abandonado; la casa donde vivía e imágenes de cuando se pierde y es encontrado por los militares.
La trama, no la hay. El espectador está constantemente esperando a algo que no va a ocurrir, a algún momento en el que se pueda intuir por donde nos quiere llevar la película, qué es lo que está ocurriendo. Si el realizador portugués, Pedro Costa, ha pretendido llevar a la pantalla y retina del espectador lo que experimenta la mente de una persona con fiebre alta o profundamente enfermo, que condicione un trance continuo, probablemente lo haya conseguido, nada más.
“Caballo Dinero” es una película, en la que cualquiera, la gran mayoría es de suponer, se puede permitir el lujo de pedir ayuda a los demás. Sí, como suena, sentir la necesidad de ser auxiliado para que alguna alma caritativa se ofrezca a explicar cuál es la trama y dónde está el misterio del film. Al acabar la cinta, uno se pregunta qué es lo que ha visionado y sobretodo una enorme disyuntiva: “¿Mi capacidad mental no es capaz de abarcar lo que ha querido transmitir el realizador o realmente la película deja mucho que desear?”. Difícil decidirse…no es el primer caso, ni tampoco el último.
Ha tenido premios, nominaciones y buenas críticas, pero me van los retos (lo siento, me tomo la libertad de cambiar a primera persona del singular y asumo obviamente las consecuencias) en mayor o medida y voy a tirar de valentía, decantándome sin dudar hacia la segunda tendencia del gran dilema mencionado arriba: La película deja mucho que desear. Lo siento, igual mi capacidad mental está mermada.
Tácitamente, la película invita a la reflexión, desde luego, pero todo tiene un límite, creo. No todo vale. No todo es justificable bajo la bandera del arte y como tal, tampoco en el cine, por muy laxos que sean los criterios que se quieran aplicar con respecto a la independencia del cineasta y la libre interpretación a la hora de dirigir y contar historias. Hay películas que son una obra maestra y que pasarán los años y seguirán siéndolo, hay muy buenas, buenas y siendo blando, películas no tan buenas. Yo pienso y me mantengo, desde mi humildísima y supongo que ignorante opinión (no es sarcasmo), que “Caballo Dinero” pertenece al último grupo de películas y pido que alguien me obsequie explicándome donde reside el misterio de la película, por favor.