EL AUTOR (2017) de Manuel Martín Cuenca

“Hasta donde llegarías por cumplir tu sueño”
Hay un dicho muy famoso que menciona: “Los sueños, sueños son” llegando al clímax de explicar que muchas veces los sueños no son posibles, es algo por lo que hay que luchar, pero hay un momento en el que, tal vez, haya que parar para reflexionar si se va a poder conseguir. En la mayoría de situaciones seguimos peleando por ellos, porque nos hace felices pensar que podremos llegar a ellos, aun sabiendo que es prácticamente imposible. Que sería de la vida sin estos sueños, por los que cada día vamos a trabajar, pensando en que esa vida rutinaria puede cambiar y hacerte ver algo mucho mejor una vez alcances ese momento. La adaptación de la novela de Javier Cercas está envuelta de esta reflexión, y así lo demuestra Manuel Martín Cuenca al filmar la más que notable “El Autor”.
Álvaro trabaja en una notaría y está casado con Amanda, una escritora que acaba de recibir un premio al escribir un best-seller. El sueño de Álvaro es conseguir ser escritor “de literatura”, como así la llama él, sin embargo, sus intentos se ven frustrados por un profesor exigente y una mente que parece no dotarle de buenas ideas. Su vida da un giro cuando descubre que su mujer le engaña, y así decide separarse y empezar una nueva vida en una nueva vivienda, donde a cambio de cumplir su sueño convertirá su finca en su fantasía, llegando al punto de manipular a sus vecinos para escribir una gran historia.
La película se separa en dos apartados grandes, el primero es la vida de Álvaro, sus sentimientos, sensaciones y objetivos en la vida. El segundo es la gran obra que está escribiendo y que, poco a poco, observa cómo puede alcanzar un gran éxito. La primera parte engancha, pero es que la segunda engancha todavía más, abrazándote con una gran ambientación que te mete de lleno en esa obsesión de Álvaro por conseguir un éxito cueste lo que cueste. Filosóficamente es tan rica que abarca desde el mito de la caverna hasta la muerte de Dios de Nietzsche, no se casa con nadie y únicamente deja a tu interpretación cada uno de los pasos sin juzgar las palabras ni las reacciones. Para elaborar este papel, un espectacular Javier Gutiérrez se rodea de unos secundarios de lujo, destacando principalmente Adelfa Calvo, rescatada del teatro para volver a la gran pantalla con un papel más que importante. Precisamente ella será la que comience la depresión y caída de Álvaro al no tener todos los cabos sueltos.
Diversos momentos te llevan al pensamiento de no saber si están jugando contigo, que el libro de la ficción realmente está encubriendo la enciclopedia que el director planea con todos los espectadores. Porque la factura técnica y el guion son simplemente magníficos, que un drama tan fuerte te consiga hacer reír es bastante sorprendente y que el ritmo nunca baje es algo muy a destacar en el cine eterno de hoy en día. Una película rara, atrevida e inteligente que no te permitirá un descanso si desde el principio te centras en ella, y con un final que cierra el círculo magistral.
En definitiva, un trabajo muy interesante en el que destaca su canción original interpretada por José Luis Perales (muy favorita a los premios) y la interpretación de Javier Gutiérrez y Adelfa Calvo, además de una original técnica de cámara (la recreación de las sombras sencillamente espectacular). Nada negativo a destacar excepto, si acaso, la escena del móvil.
Nuestra calificación: (4/5)