GRANDMA (2015) de Paul Weitz

“Ya está embarazada – ¡Abuela!”
Paul Weitz es un director de comedias bastante irregular que tiene taquillazos como “American Pie”, aceptables comedias como “Un niño grande” y algunas otras menos relevantes, lo que no quita que tenga cierta pericia como director de actores y mantenga el ritmo en cada film. Este es prácticamente un film de mujeres y ellas son sus personajes principales. Partiendo de relaciones sentimentales de carácter lésbico, cuestiona lo que se admite como familia clásica y muestra cómo están cambiando hoy en día las estructuras familiares, mucho más variadas y complicadas aunque no por ello menos problemáticas.
El argumento de esta sencilla película empieza con la ruptura de una pareja de mujeres, la mayor de ellas aparenta encajar mejor el trance, pero cuya actitud se verá condicionada cuando reciba la visita de su nieta pidiéndole ayuda económica para un aborto.
Deberán entonces emprender un viaje en un corto periodo de tiempo y las acompañamos buscando a antiguos compañeros. El guionista y director van montando la personalidad y recreando la vida de su protagonista en esos encuentros: a través de sus diálogos en unas acertadas y cómicas escenas sabremos todos los porqués de esta madura mujer, sus fracasos, sus dudas… acompañada de su inexperta y semi adolescente nieta sobre la que intenta proyectar nuevas esperanzas, devolviendo a su hija, típica habitante del mundo actual, enfrascada en su trabajo y una postura vital acomodada al ritmo estresante de cada día que aparta radicalmente cualquier postura sentimental o emocional del día a día.
Quizás a esta película le falte algo más de profundidad a la hora de indagar esos comportamientos de tres generaciones de mujeres totalmente diferente entre sí, jugando la mejor carta en la madura protagonista (muy bien interpretado por Lily Tomlin) mientras que el de la adolescente es el peor trabajado y el de la madre quizás demasiado típico.
No obstante, es un film bastante ameno que tiene unos divertidos e ingeniosos diálogos. Otra de sus bazas es que se deja ver con agrado, que nos identifica siempre con la a veces irrelevante aunque humana actitud de su protagonista.