LA CHICA DORMIDA (2015) de Rosemary Myers

“Todo el mundo tiene una etapa torpe en su vida, pero esto es simplemente irreal”
¿Alguna vez habéis sentido ganas de bailar, patear culos de “zorras de instituto”, y reír a la vez? Si no es así, es porque aún no habéis visto este film. Por suerte yo pude disfrutarlo desde una cómoda butaca de los cines Aragón. Esta divertida comedia australiana, que yo no sabía que se hacía buen cine en ese país, nos lleva de vuelta a finales de los años 70. Música disco y looks hippies para acompañar a Greta. Greta es una joven que acaba de cambiar de instituto y está a punto de cumplir 15 años y abandonar su niñez.
Para celebrarlo su madre organiza una fiesta que a ella no le entusiasma invitando a todo el instituto, “zorras malas” incluidas. En mitad de la fiesta Greta merodeará por el bosque de su infancia guiada por la búsqueda de su caja de música, enfrentándose a peligros, los peligros de la vida adulta. Con más humor que dramatismo Rosemary Myers consigue divertirnos y enternecernos al mismo tiempo, y bueno, o reconozco, yo baile en mi butaca.
En su conjunto es una película sorprendente por su sencillez y naturalidad, por lo bien que esta encajado cada personaje por disparatado que sea. La consecución de cada escena no resulta ni forzada ni artificial, ni siquiera las escenas de baile. Estas escenas, más propias de un musical, más que confundir o parar la trama nos sirven como respiro de la angustia que Grata siente a cada momento y nos levantan de la butaca para llevarnos de la mano a la época de las bolas de espejo y los pantalones de campana.
Una mezcla de registros que va desde la comedia adolescente hasta la fábula pasando por el musical con un genial resultado gracias, también, al impresionante trabajo actoral. Y de todos los personajes me traería a casa a Elliot, porque todos necesitamos a alguien que nos haga reír y nos dé un abrazo.
Nuestra calificación: (3/5)