LA PELÍCULA COMERCIAL DE LA SEMANA

1898. LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS (2016) de Salvador Calvo
“Derrotados por el olvido”
Nueva recreación cinematográfica de uno de los capítulos históricos más surrealistas de la historia de este país y que, a su vez, fue una perfecta metáfora del ocaso final del imperio español. Pasaron a la historia como “Los últimos de Filipinas” pero a mí me gusta llamarlos “Los olvidados de Baler” ya que fueron víctimas del sinsentido del colonialismo, de la guerra y de la patria.
“1898. Los últimos de Filipinas” está dirigida por Salvador Calvo que da un exitoso salto a la gran pantalla tras curtirse en televisión con numerosas series y Tv movies entre las que destacan “Los misterios de Laura”, “Sin tetas no hay paraíso”, “Alakrana”, “Niños robados” y un largo etcétera. El film cuenta además con un reparto plagado de grandes actores de nuestro cine (lo cual ya suele ser sinónimo de éxito asegurado) entre los que destacan Luis Tosar, Javier Gutiérrez y Eduard Fernández y rostros más televisivos como Patrick Criado y Álvaro Cervantes. Mención especial para este último que está inconmensurable en su papel y que, para mí, apunta a ser uno de los futuros grandes actores de nuestro cine ya que su evolución como actor avanza a pasos agigantados en cada nuevo personaje que interpreta.
El metraje de la cinta (rondando las dos horas) es para mí el principal “handycap” de la misma y me resultó una duración totalmente innecesaria; quizás deberían haber consultado a Javier Olivares y a Marc Vigil (creador y director de la maravillosa y exitosa serie “El Ministerio del Tiempo”) que dedicaron uno de sus capítulos a narrar los hechos de Filipinas en unos 70 minutos aproximadamente.
Dejando de lado el tema de la duración, lo cierto es que la cinta técnicamente es una joya y cuenta con una magistral realización de la cual cabe destacar planos como ese cenital del inicio que hace sentir al espectador insignificante en su butaca ante la apabullante majestuosidad e inmensidad del paisaje mostrado. La película está rodada a caballo entre Guinea, Tenerife y Las Palmas y ese arduo trabajo en la búsqueda de las localizaciones cobra una importancia vital para la credibilidad de la misma.
En definitiva “1898. Los últimos de Filipinas” se puede catalogar como una superproducción española que muy poco o nada tiene que envidiar al cine americano. Película de acción que narra unos hechos bélicos y truculentos de la historia española pero que también sabe ahondar en la lucha interna de los personajes y en las motivaciones personales de cada uno de ellos dejando así patente la evidencia de que ninguna guerra tiene sentido y que, al final, las medallas y los honores militares no sirven de nada cuando lo único que cuenta es sobrevivir al horror y volver a casa.