LA PELÍCULA COMERCIAL DE LA SEMANA

UNA NOCHE FUERA DE CONTROL (2017) de Lucia Aniello
“Una juerga loca más”
Vivimos tiempos de cambio. Y el cine como fiel reflejo de la sociedad actual, así lo demuestra.
El empoderamiento femenino, el auge del feminismo, la reconversión del cine “de mujeres” y “para mujeres” evoluciona junto a nosotras.
Seguimos queriendo ser queridas y valoradas, tenidas en cuenta y respetadas. Pero también queremos irnos de fiesta y desmadrarnos sin remordimientos y sin juicios posteriores ¿la solución? La normalización de este hecho.
La serie “Sexo en Nueva York” (1998-2004) fue el auténtico germen del cambio, supuso toda una revolución en el modo de ver el comportamiento de las mujeres modernas y desde entonces ya van unos cuántos títulos que han sido éxitos rotundos de taquilla que llevan este lema de “nosotras también la liamos” como bandera, como: “Malas Madres” (2016) o “Mejor Solteras” (2016) o “La boda de mi mejor amiga” (2011) que son claros ejemplos de ello.
Pues “Rough night” (marchando una buena colleja al encargado de traducir el título al español) es una más, otro granito de arena que poco a poco va formando la gran montaña del nuevo cine femenino.
El argumento de esta película es bastante sencillo: Jess, la protagonista, interpretada por una estupendísima Scarlett Johansson que se ha metido una paliza en el gimnasio que ni los espartanos de “300” en su día; es una joven política que se presenta a gobernadora (con una caracterización que es un claro guiño a Hillary Clinton) que se va a casar con el suavecito, normalillo y bastante afeminado de su novio, que le apoya a muerte en su carrera y que haría cualquier cosa por ella, cualquier cosa, creedme.
Sus amigas de la universidad le organizan una despedida de soltera en Florida, y por supuesto son un grupo de lo más variopinto y arquetipado: tenemos a la pija adinerada, Blair, de orientación sexual difusa pero bastante guay (Zoë Kravitz), a la hippie activista antisistema y un poco machorra, Frankie (Ilana Glazer), a la salvaje y excéntrica australiana para dar el toque de diversidad cultural, Pippa (Kate Mckinnon) y a la verdadera protagonista de la película, la gordita loca salvaje autoproclamada mejor amiga de la novia, Alice (Jillian Bell). Sobre esta última recae casi todo el peso de la comedia, pese a ser una película coral, y todas tienen sus momentos y sus gags, sigue siendo ella la que más mola y con la que te ríes sin parar.
Por supuesto, al principio todo es diversión y desenfreno, pero por accidente Alice mata a un stripper y desde ahí es cuando se desencadenan los líos uno tras otro, cada vez más gordos.
¿Qué? ¿Os recuerda a cierta saga de películas sobre un grupo de chicos de despedida en despedida de soltero, cada vez en un lugar distinto pero con idéntico argumento? Pues sí, la directora Lucía Aniello no se ha calentado mucho la cabeza, la verdad.
Quiero destacar la aparición de dos secundarios de lujo que son Demi Moore, que debe de envasarse al vacío y bañarse en formol la tía, porque está estupenda y guapísima y de Ty Burrell (“Modern family”), que hacen de una pareja liberal y bastante pegajosa que dan un par de momentos totales a la cinta, en mi opinión de los mejores.
La película es una comedia muy entretenida y actual, abordan temas hasta hace poco tabús como que las mujeres toman drogas, se masturban bastante más de lo que se cree y pueden enfocar el sexo como un mero pasatiempo. Además, tiene momentos realmente buenos y situaciones muy locas en las que te ríes o por lo menos, sonríes ampliamente, pero ahí se queda. Es una película para ver con las amigas y luego irse a cenar y tomar unas copas mientras cada una dice a qué personaje se parece más.
Sin embargo, si os apetece y en la calle hace mucho calor para estar, con “Rough night” el buen rato está asegurado.
Nuestra calificación: (3/5)