MAYO DE 1940 (2015) de Christian Carion

“En el corazón del éxodo, un padre busca a su hijo”
Sobresaliente producción francesa situada en un contexto bélico pero centrada en la otra cara de las guerras, la de la población civil que lidia su propia y cruenta batalla huyendo del frente hacia un destino incierto. Desde esta perspectiva, aborda un drama con tacto y realismo, donde se conjugan diferentes argumentos para conseguir plasmar una historia humana pero a la vez intrigante y salpicada por secuencias de acción muy bien rodadas.
En mayo de 1940, cuando el ejército nazi invade Francia, los vecinos de un pequeño pueblo rural, ante la llegada inminente de las tropas enemigas, deciden marcharse a otra ciudad guiados por el alcalde. Entre ellos se encuentra una joven profesora que se hace cargo de un niño alemán, cuyo padre, ha sido encarcelado. Éste, tras abandonar la prisión, intentará reunirse con su hijo, lo que se convertirá en una peligrosa odisea.
La película ya comienza siendo impactante al mostrar, con un pequeño flashback, un ilustrativo episodio de la brutal represión que Hitler ejerció sobre los comunistas de su país. A continuación, la narración se abre a dos relatos entrelazados que discurren simultáneamente con el mismo interés. Por un lado, el éxodo de los campesinos cuyo camino está salpicado de incidencias truculentas pero tratadas con una agradecida corrección visual y una emotividad sostenida que no le restan la capacidad de impactar. Por otra parte, nos acerca a la aventura de este viudo de origen germano a quien acompaña un oficial escocés, componiendo una relación entre ambos que evoluciona desde la forzada simbiosis inicial a una sincera amistad.
Además del guion, todo funciona en la puesta en escena. El diseño de producción se luce, no sólo en apartados como el vestuario y las localizaciones, sino también en la ejecución técnica de los ataques aéreos. A ello se suma la excepcional banda sonora de Ennio Morricone, que si en “Los odiosos ocho” recuperaba la esencia de su música para el “Spaguetti Western”, aquí nos deleita con unos temas intimistas y melodiosos que adquieren una destacada relevancia, contribuyendo de manera decisiva a tocar la fibra sensible del espectador.
No menos determinante resultan las interpretaciones de un cuadro de actores que, sin aparente esfuerzo, consiguen acercarnos al buen fondo de unos personajes dados a los demás en circunstancias difíciles. Destacan especialmente el matrimonio que forman Olivier Gourmet y Mathilde Seigner, a los que se suman August Diehl y el británico Matthew Rys, quien en muchos momentos aporta un toque desenfadado enfatizando el contraste de culturas.
Christian Carion, el director de la fantástica “Feliz Navidad” (2005) y de la brillante trama de espionaje “El caso Farewell” (2009), se reafirma como un realizador de referencia del cine galo.