NAGASAKI: RECUERDOS DE MI HIJO (2015) de Yôji Yamada

“Un querer y no poder”
Lo primero que pensé cuando leí el argumento de Nagasaki fue que el tema era cómo mínimo muy interesante… una madre que recibe la visita de su hijo muerto tres años atrás con la bomba que lanzaron en Nagasaki, y que hacen juntos un repaso a la vida de éste y a la relación con su novia.
Y lo que me encontré fue un tostón en toda regla.
¿Qué es lo que falla siendo un argumento tan interesante? Pues que no tiene consistencia ni alma. En mi humilde opinión, he aquí el motivo.
Tengo la impresión de que el director, Yogi Yamada, adora tanto a Jazujiro Ozu, que quiere imitarlo a toda costa.
Su primer error fue rodar la copia de la inimitable “Cuentos de Tokio”, con el título “Una familia de Tokio”.
¿Cómo se le ocurre si ya está la original? ¿Y es perfecta?
La última que vi de él, fue “Maravillosa familia de Tokio,” y no me convenció, vi que quería ser Ozu, pero eso es imposible porque Ozu sólo hay uno. Y ésta que nos ocupa, “Nagasaki”, lo mismo de lo mismo.
Ni siquiera puedo decir que el espíritu de Ozu esté en ella, pues solo veo afán de copia y nada más. Me recuerda a la conversación que tuvo Beethoven con su joven copista Anna, en la maravillosa, “Copying Beethoven ” que dice más o menos así…
Beethoven: “Ana, ¡Deje de copiarme! Esa música que ha compuesto se parece mucho a la mía.
¡El mundo ya tiene a un Beethoven, pero no tiene a una Anna Shultz!”.
Pues eso mismo le digo a usted señor Yamada. Deje de copiar a Ozu y cree desde usted mismo lo que le inspire, y si es Ozu quien le inspira, cree desde lo que él le inspire, pero no trate de copiarle, por favor.
Ejemplo: En “Cuentos de Tokio” a la nuera, Noriko, se le muere el marido, y tiene una relación muy afectuosa con los suegros. Aquí, en Nagasaki, parece que el director ha querido coger el cabo suelto de la idea, hablando del hijo muerto que sólo puede relacionarse con la madre, y enseñarnos todo lo que piensa de su novia, de su vida pasada… y, por supuesto, la copia es la relación con la futura nuera, que es excelente, mejor que la de una hija natural.
También en “Maravillosa familia de Tokio” pone a la nuera maravillosa, como el ángel de la familia.
Otra: La nuera fiel al recuerdo de su novio muerto, inmaculada e incorruptible, igual que lo era Noriko de su marido muerto.
Pero no me gusta hablar mal de las películas, siento mucho tener que haber hecho esta crítica, y sobre todo porque creo que todo tiene su lado positivo del cual voy a hablar ahora.
Me encanta el personaje de la madre, tan ecuánime y feliz sean cuales sean sus circunstancias (como la madre de “Cuentos de Tokio”), y el final es bonito y luminoso (cómo… En fin…).
Es lo que hay.
Nuestra calificación: (2/5)