SELFIE (2017) de Víctor García León

“Estoy un poco en la mierda, pero estoy bien”
¿Quién no ha fantaseado alguna vez con ver cómo se hunden todos esos poderosos que han estado saqueando el dinero de todos para costearse sus viajes a Baqueira, sus bolsos de Gucci y sus mocasines? ¿Hay algo de malo en imaginárselos haciendo cola en las duchas de la prisión o teniendo que mendigar ayuda mientras todos los demás les dan la espalda?
Hay algo de placer culpable en “Selfie”, el largometraje de Víctor García León que con un presupuesto y una puesta en escena muy sencilla ha conseguido colarse entre las propuestas más interesantes del cine español de esta temporada. Rodada como una especie de falso documental (un equipo de cine sigue las andanzas de un pijo recalcitrante venido a menos sin que nunca sepamos bien por qué), lo que la película capta a la perfección ya desde su título es esa obsesión contemporánea por el retrato narcisista y la necesidad de documentar cada paso, por mucho que ese paso nos hunda cada vez más en la miseria moral y física.
Porque la verdadera inteligencia de “Selfie” está en huir de la tentación de mostrar la descomposición de toda una casta pillada in fraganti metiéndose por las fosas nasales las bonanzas de la época de la burbuja económica y el laissez faire incontrolado. Esos “casos aislados” que día sí día también aparecen en las noticias y que poco a poco convierten Soto del Real en el nuevo destino turístico favorito de los ricos. Víctor García León, por el contrario, no carga demasiado las tintas sobre Bosco, el hijo de un ministro condenado por unas cuantas decenas de delitos económicos, ya que el personaje interpretado por Santiago Alverú mantiene en todo momento un curioso equilibro entre el pijo redomado e insoportable aliñado con unas dosis de inocencia que lo convierten en entrañable. Y por si fuera poco, tampoco salen demasiado bien parados los personajes que representan al espectro opuesto en lo político (¿es la ceguera de la protagonista metáfora de algo?), también demasiado ensimismados y atrapados en sus propias miserias personales como para no dejarse arrastrar por la vacuidad de las consignas y los ideales trasnochados.
Por ello, “Selfie” es un retrato más que acertado de esas dos Españas que, a fuerza de separarse en polos cada vez más distantes, terminan por igualarse en algunos aspectos y a parecerse más de lo que nos gustaría.
Nuestra calificación: (3/5)