UN GOLPE CON ESTILO (2017) de Zach Braff

“Nunca es tarde para ajustar cuentas”
Muy por encima de las expectativas creadas queda esta entretenida y divertida comedia que se beneficia del talento de sus veteranos intérpretes. Para conseguirlo ha contado con un guion inspirado tanto a la hora de construir un relato sólido y coherente, con ligeros aires de denuncia, como de incorporar las notas de hilarante humor que recorren la cinta, ya sea desde la ironía o mediante gags descacharrantes.
Los jubilados de una compañía ven como sus planes de pensiones se van al garete por culpa de una decisión empresarial injusta. Tras décadas de abnegada dedicación a su trabajo reciben la noticia como un mazazo. Tres de ellos, amigos de toda la vida y a quienes el dinero les hace mucha falta, se plantean poner remedio a esta situación atracando un banco.
La primera estrategia del film pasa por provocar la empatía con los protagonistas, a los que caracteriza de una manera amable, convirtiéndolos en abanderados de una causa que se antoja hasta noble desde una perspectiva de pura justicia social. Además, sin entrar en honduras, presenta a cada uno de ellos con un perfil diferente pero muy humano, complementándose a la perfección.
Partiendo de ese presupuesto, los preliminares de este singular thriller otoñal transcurren entre chascarrillos y momentos entrañables que invitan a hacer muy creíble el arriesgado plan que preparan estos septuagenarios. Así, se acaba pasando por alto el hecho de que la ejecución del golpe tenga detalles propios de una charlotada, incluyendo un gracioso homenaje al “Rat Pack”. Además, a renglón seguido van surgiendo las notas de suspense y los giros sorprendentes propios de cualquier trama que se precie.
Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin se lucen en unos registros gamberros en los que se les ve muy a gusto, generando una química tan apreciable que otorga el punto preciso de espontaneidad y frescura a tan atrevida ficción. Lejos de lo que se pueda pensar, los roles secundarios a cargo de Ann-Magret, Christopher Lloyd y Matt Dillon tienen espacio también para aportar unos toques de gracejo precisos y arropar adecuadamente a estos actores consagrados.
El director Zach Braff ha sabido remozar la historia que en 1979 llevó al cine Martin Brest para traer a la cartelera un estreno altamente recomendable para todo tipo de públicos.
Nuestra calificación: (4/5)