UNCLE HOWARD (2016) de Aaron Brookner
«Cuando la leyenda se convierte en hecho, imprime la leyenda»
Puede sonar pretencioso, atufar a postureo el hecho de empezar el texto con una cita de “Liberty Valance”, con el aldabonazo en forma de máxima que arroja Ramson Stoddard a los cronistas del Shinbone Star. De ningún modo, no tengo la intención de pulsar el botón que ventila durante un corto espacio de tiempo mi licenciatura en comunicación, ni mucho menos la de comparar la trayectoria vital de John Wayne con la de Howard Brookner (como el agua de rosas y el aceite de ricino, vamos). Cuando Stewart abrió su boquita piñonera para mentar aquello del “print the legend”, un rayo -modelo “Diez mandamientos”- bajó del cielo y, con fuego invisible, talló en piedra una de las pautas de obligado cumplimiento por todo buen pionero estadounidense. Un proverbio capaz de perpetuar el “American way of life” a través del constructo mitológico. Una ley que permite el modelado con arcilla VIH si el resultado apela a la víscera, es inspirador. Inconscientemente, Aaron Brookner -oriundo de un país que calza mesas con los impresos de Billy el niño- ha seguido la tradición estatal sirviéndose justo de un “outsider”, de alguien que gestaba efigies con burdas materias primas a ojos del águila calva (véase William S. Burroughs).
Es una verdadera lástima porque, a pesar de lo anodino de la propuesta documental del autor -esto es, hacer un retrato robot de su tío (lo que viene siendo vida y milagros)-, la obra alberga un diálogo interesante entre el supuesto valor nostálgico y trasnochado del archivo en celuloide de Howard (con todo el mogollón “Beat”) y el vilmente denostado “Video 8” con sus estampas costumbristas de abuelas y nietos. Esta conversación que pulula silenciosa por las alcantarillas del texto de Aaron muere con el pronóstico de muerte, valga la redundancia, de su homenajeado. Es, en ese momento, cuando de los barros del sida surgen los lodos del mito y, con ellos, la lágrima impuesta. ¡Qué rueden las rotativas!
Nuestra calificación: (2/5)
«When the legend becomes a fact, print the legend»