DOÑA CLARA (AQUARIUS) (2016) de Kleber Mendonça Filho

“Porque soy una vieja y una niña. Todo a la vez”
Film brasileño dirigido por Kleber Mendoça Filho donde cuenta la historia de Clara una ex-crítica musical que vive sola en la ciudad de Recife (Brasil), en los viejos apartamentos Aquarius frente al mar. A sus 65 años y después de haber vivido toda en esa casa, ve como poco a poco se van marchando todos los vecinos, quedando tan solo ella, indefensa ante la presión de una importante constructora que le ofrece una buena suma de dinero para que se marche y así poder derribar el edificio y levantar en su lugar un enorme y frio rascacielos.
Doña Clara (una soberbia Sonia Braga) continúa con su vida ignorando las presiones a las que se ve sometida y se enfrenta, día sí y día tambien, a Diego (Humberto Carrao), el joven arquitecto e hijo del propietario de la constructora, que amable y educadamente se disculpa de las molestias que causa, intentando convencerla de que estaría mucho mejor en un nuevo apartamento.
Doña Clara intenta que su día a día no se vea afectado por la incomodidad de verse sola en el edificio y observar cosas extrañas dentro de él, un día recibe la visita de sus tres hijos y cada uno tendrá un punto de vista diferente ante la actitud de Doña Clara, pero de lo que está totalmente convencida es que el miedo no va a poder con ella.
El cine brasileño es bien conocido por ser un cine cercano, familiar y Kleber utiliza el mismo paisaje ambiental, como si de un documental se tratase, las calles, las playas, la gente, casi todo forma parte de un escenario natural y hasta la propia actuación de los actores es bella en su naturalidad. La importancia de los protagonistas de esta historia se centra, sobretodo en mantener intacta su propia historia, al inicio del film, Kleber repasa un episodio en la vida de Doña Clara a modo de recuerdo y destaca no solo el hecho principal de que la familia es muy importante sino que todo tiene un valor particular, oculto, secreto, y es muy importante que ese valor se respete y se deje que nos acompañe en nuestra soledad cuando los seres queridos ya se han ido. Es tan profundo y sensible el film, tan personal y agradecido lo que Kleber nos enseña con sus imágenes, que te hace sentir parte de la familia e inspira una tremenda ternura hacia una hermosa mujer madura, fuerte, valiente y luchadora, tan llena de vida y de esperanza, que no dudarías un segundo en acudir a ayudarla y protegerla.
Doña Clara tambien menciona en el film algunos datos históricos del estado de Pernambuco y Rio de Janeiro, explicando a su ahijado y su novia sobre el país, la línea imaginaria que separa los ricos de los pobres, dejando claro que para ella lo más valioso, es que viva donde viva, sus recuerdos son intocables, que no puede venir nadie a arrebatártelos por el simple capricho de derribar cuatro paredes que puede que no signifiquen nada, pero para Doña Clara es media vida.
“Because I’m an old woman and a girl. Everything at once”