EL CUENTO DE LAS COMADREJAS (2019) de Juan José Campanella

“¿Merecemos una segunda oportunidad?”
Juan José Campanella es un director conocido por su gran variedad de géneros, tanto en el cine como en la televisión. Dentro de cada uno de sus géneros ha conseguido introducir una película suya como un referente, como toda una declaración de intenciones hacia su persona. Tras varios años sin estrenar nada en cine, el director argentino regresa con un remake a su manera, una historia sobre el egoísmo y el ego adaptada al mundo del cine. Si bien la obra original “Los muchachos de antes no usaban arsénico” tiene un hilo muy concreto, en “El cuento de las comadrejas” ha utilizado este hilo narrativo introduciendo el cine dentro del cine.
Graciela Borges es una estrella decadente que se niega a reconocer que ya no la quieren en el cine. En su mansión mantiene un Oscar y esporádicamente realiza un ensayo sobre su recogida del premio en la academia. Junto a ella vive su marido, un actor en el ocaso de su vida, un viejo director y un guionista frustrado. Un día recibe la visita de dos asesores inmobiliarios que quieren comprar su casa y, mientras ella se lo piensa, sus compañeros de casa intentan impedirlo de todas las maneras.
Campanella dota de un ritmo narrativa muy ágil durante la primera hora de película, pues entre que vas conociendo los personajes, vas asimilando los gags y disfrutando de ellos, todo se va acelerando. Prácticamente cada una de las escenas está referenciada a una obra cinematográfica pasada y, lo más llamativo, es que todo es cierto al cien por cien, no existe ninguna invención. Una vez se llega al punto de inflexión de la obra, con la decisión de Graciela tomada, arranca un universo de perversión y desvarío que se acaba alargando hasta la extenuación. Si bien el final está muy bien llevado y resulta parcialmente sorprendente, el cómo se ha llegado hasta ahí es más discutible.
Dentro de la interpretación de cada uno de ellos aparecen personajes muy característicos. Todos y cada uno de ellos está realizado a propósito y se llevan al absurdo de sus propias inquietudes y, aun así, se consiguen enlazar perfectamente creando un trío cómico entre los tres hombres que te consigue evocar a algo mejor que un monólogo. Graciela no se queda atrás en la multitud de escenas con su marido. Los asesores inmobiliarios, donde destaca el papel de Clara Lago, poco tienen que hacer ante los grandes maestros interpretativos que se comen literalmente la pantalla, no por ello Oscar Martínez está considerado junto a Ricardo Darín como los dos mejores actores argentinos.
Campanella, uniendo todos estos condicionantes elabora una película extremadamente entretenida en la que no falta de nada. Parece ser que ha unido partes tan diferentes de sus obras para elaborarla, pues no falta la comedia, la tensión y, ante todo, el drama. Uno desea que saque más películas pues, si todas van a ser así, lo vas a pasar realmente bien.
Nuestra calificación: (4/5)
“Should we deserve a second chance?”