EL PRECIO DE LA FAMA (2014) de Xavier Beauvois

“Su plan es sencillo: robar el cadáver de Charlot”

Esta producción europea nos presenta una historia, basada en hechos reales, que convierte lo que podría haber sido un thriller en una comedia humana y afable, además de ser también una forma de homenajear y recordar la figura de Charlot.

Una película que se deja ver partiendo de la ingenuidad y el buen corazón con que se caracteriza a los protagonistas, dos amigos, inmigrantes en Suiza, uno obrero y otro un ex convicto sin trabajo, a quienes las circunstancias personales abocan a cometer un estrambótico delito: robar el ataúd con el cadáver de Charles Chaplin, que había fallecido semanas antes. Sin duda, cuesta creer los auténticos autores de esta profanación tuvieran mucho que ver con los que presenta este film.

El guion peca de recrearse excesiva e innecesariamente en algunos pasajes del relato, como en todo lo que atañe al desenterramiento del féretro y su ocultación y en otras secuencias que lastran la narración en los compases iniciales. No obstante, mediado el metraje, adquiere algo más de viveza, particularmente cuando escenifica la operación del rescate, sus ecos sensacionalistas y la torpeza con que actúan estos delincuentes de medio pelo, que contactan con el secretario personal del actor, un personaje que roza la caricatura.

Un desenlace muy correcto, que llega a resultar emotivo, unido a un notable trabajo de ambientación que nos lleva al Cantón de Vaud en 1978, contribuyen a dejar unas buenas sensaciones. Es también determinante la formidable y hermosísima banda sonora compuesta por Michel Legrand (“Los paraguas de Cherburgo”, “El caso de Thomas Crown”, “Verano del 42”), quien a sus 83 años demuestra estar en plenitud de facultades.

En el apartado artístico se complementan a la perfección el belga Benoît Poelvoorde (“Nada que declarar”, “Tímidos anónimos”) y el francés de origen marroquí Roschdy Zem. Mientras el primero pone la vis cómica que domina, el segundo aporta un contrapunto de candidez. En un plano secundario destacan Peter Coyote, en un rol cuya sobriedad aparente contrasta con ciertas notas humorísticas que se vinculan al mismo, y las actrices Chiara Mastroiani y Nadine Labaki (“Caramel”).

Quienes asistan a la proyección pueden quedarse hasta el final de los títulos de crédito, tanto para deleitarse con la música como para ver la escena extra que se esconde tras ellos.