GHADI (2013) de Amin Dora

“Cada ciudad necesita un ángel”
Resulta llamativo ver en nuestra cartelera una producción libanesa, pero su distribución internacional es, a la vez, el indicio de un estreno de garantías. Aquí nos encontramos con un film modesto, en clave de comedia agridulce, pero que en absoluto defrauda, convirtiéndose en una grata sorpresa que no debe pasar desapercibida.
Una película amable con evidentes reminiscencias berlanguianas (“Los jueves, milagro”) que más allá de la hilaridad que provoca de manera continuada tiene también un fondo muy humano y de calado.
La acción nos lleva hasta un barrio humilde de una ciudad costera donde un profesor de música felizmente casado tiene una peculiar ocurrencia para mitigar las quejas de los vecinos sobre su hijo, un niño con síndrome de Down que pasa día y noche gritando en el balcón de casa.
Puede sorprender de inicio la extensión de los preámbulos de la historia, con la presentación pormenorizada de los personajes más carismáticos de la comunidad, comenzando por la infancia del propio protagonista; sin embargo, ello cobra todo su sentido cuando va tomando forma la idea de este maestro que vincula el comportamiento de su chico a un designio celestial.
El guion opta fundamentalmente por explotar humorísticamente en cada detalle un planteamiento que desarrolla con soltura y donde la caricatura de unas personas ingenuas y creyentes nunca llega a ridiculizarles completamente, ensalzando los buenos sentimientos que albergan frente a las debilidades por las que también se han dejado llevar y que les han imbuido de unas gotas de hipocresía, lo que parece ineludible en cualquier sociedad.
Con un fondo emotivo contenido, nunca opta por aplicar recursos lacrimógenos pero ello no quita para que toque la fibra sensible con una sonrisa, lo que también logra con la ayuda de unos actores, nada conocidos, pero que dan la talla sobradamente.
“Every town needs an angel”