HUMAN (2015) de Yann Arthus-Bertrand
“Apabullante”
Apabullante: Adj; que apabulla. Este potente adjetivo fue el que exclamó una de las dos mujeres que se encontraban justo delante de mí en la cola de los coquetos cines Babel, en alusión a la película que me disponía a ver, y es que, cuando le pedí al taquillero una entrada para “Human”, éste título fue escuchado por la una de las dos mujeres que me precedían y de la boca de una saltó como por resorte incontrolable tal adjetivo.
Tras la potente exclamación volteó rápidamente su cabeza hacia mí, como si se tratase de una acción que requiriera obligatoriamente de la siguiente, que consistió en propinarme una mirada que aunque no me incomodó sí me pareció escrutadora, como intentando construirse interiormente que clase de tipo era yo.
Estas dos acciones ocurrieron de forma solapada y parecieron provenir de esa parte del cerebro reptiliana que dicen que tenemos los humanos que nos hace reaccionar de forma innata y automática ante determinados estímulos. La primera acción fue la típica reacción de una persona cuando escucha una palabra de algo que le ha producido en el pasado un shock o algo que le haya impactado profundamente, en este caso escuchar de un desconocido el nombre de la película que nos ocupa, y la segunda fue la no menos incontrolable curiosidad humana de girarse a mirar. A continuación pareció como que regresaba a su realidad social y me preguntó amablemente y en castellano, con un indisimulable acento catalán, que cuando iba a ser el último pase, y a continuación le dijo a su amiga que no podía perderse este film. Me llamó la atención que me preguntase ese dato como si el hecho de ser yo una persona que acude a ver una película de cine independiente “no dependiendo“de compañía, haga que se me presuponga que amo tanto al cine como para ir solo y ello me convirtiera por gracia de Dios en sabedor de los horarios y sesiones de todas las películas.
Pero volvamos a donde me quedé: -“Apabullante”, repitió la mujer. Con esta inquietante palabra resonando en mi cabeza entré a la sala y me dispuse a ver las más de tres horas que dura “Human”.
“Human” es una película- documental del fotógrafo y cineasta Yann Arthus Bertran. Durante los más de dos años de tiempo que le costó rodarla se recorrió más de 60 países y entrevistó a más de 2000 personas… ¿El resultado? La palabra con la que encabecé este artículo.
Para quien esté acostumbrado a los documentales, cuando se dispongan a ver “Human” se encontrarán con que es diferente a cualquier otro que hayan podido ver antes. Cuando llevas 20 minutos de película te das cuenta de que la estructura es diferente a cualquier otro.
Y es que el documental únicamente cuenta con imágenes y testimonios, nada más, ni siquiera aparece una sola voz en off de un narrador que nos situé, ni falta que hace, por no aparecer no aparecen ni las preguntas del entrevistador, por las contestaciones de las personas entrevistadas el espectador puede hacerse una idea de si les están preguntando sobre la religión, la muerte, la felicidad, el odio, el amor, la guerra, el racismo, la justicia, la familia y otros muchos temas universales, es como si el director no quisiera quitar ni un ápice de protagonismo a los auténticos protagonistas que son rostros anónimos y entre testimonio y testimonio únicamente intercala imágenes. Imágenes brutales de distintos puntos del planeta tierra grabadas desde cámaras en grúas y tomas aéreas con planos picados en los que juega con contrastes potentes del color mostrándonos en la mayoría a los individuos integrados en la naturaleza, como por ejemplo una fila de tibetanos atravesando lentamente las montañas nevadas, una caravana de saharianos en el desierto, o unos trabajadores de algún país tercermundista trabajando en montañas de chatarra y basura con choques visuales impactantes entre la belleza de las imágenes y la miseria humana en algunos casos.
Y en cuanto los testimonios, sería imposible enumerarlos todos, un israelí al que le han matado a su hija y no quiere venganza sino paz, un soldado que revela que después de matar a una persona en una guerra cuando regresó a casa se guardó una pistola en el cajón y desea que algún día alguien le entre a robar para poder repetir la experiencia, un asesino encarcelado que mató a su hija y a su mujer y que jamás había sentido lo que es el amor, ya que en su infancia su padre lo maltrata diariamente y que llorando a la cámara dice que la primera vez que sintió amor hacia alguien fue cuando su suegra lo perdonó y se apiadó de él después del horrible asesinato…. Y un sinfín de testimonios más, unos tiernos, otros cómicos y otros como este último desgarradores.
No era mi intención hacer una crónica del día que fui a ver “Human” pero tratándose de una película que nos muestra como es la humanidad, la sociedad, las cosas que nos unen y las que nos separan y de la complejidad de las diferentes personas y culturas que convivimos en este lugar llamado tierra, pero es que de la película lo único que puedo añadir es que: “vayan a verla”. La fórmula es la siguiente: testimonios, imágenes y de nuevo más testimonios, sin introducciones, sin preguntas, así de sencillo, lograr que un documental con este enfoque dure tres horas y no aburra es digno de alabar.
“Overwhelming”