LA MANO INVISIBLE (2016) de David Macián

“Bienvenido al espectáculo del trabajo”
En 1776, el economista Adam Smith acuñó el término “La mano invisible” para referirse al proceso que convierte un intento egoísta por ganarse la vida en un beneficio para la sociedad. Muchos años después, en 2011, el escritor Isaac Rosa se servirá de este término para dar nombre a una novela que reflexiona sobre el trabajo, y que ahora da el salto al cine de la mano de David Macián.
Con un eslogan que reza “Bienvenidos al espectáculo del trabajo”, esta película mostrará una situación en la que varios trabajadores, cada uno con un oficio diferente, serán seleccionados para realizar su labor durante 8 horas en un escenario delante de un público que les observa.
Las “estrellas” de este espectáculo serán: un carnicero (Josean Bengoetxea), un mecánico (Eduardo Ferrés), un mozo de almacén (Christen Joulin), una costurera (Esther Ortega), un informático (Daniel Pérez Prada), una operaria de montaje (Marina Salas), una teleoperadora (Bárbara Santa-Cruz) y un albañil (José Luis Torrijo).
Al principio todos ellos estarán encantados con su nuevo trabajo en el que tienen que realizar, sin presiones ni vigilancia, labores que manejan a la perfección. Esto cambiará cuando las exigencias sean cada vez mayores y se den cuenta de que hay alguien más, aparte de los espectadores que acuden a esta peculiar representación, observándoles.
Sin saber exactamente para quién trabajan y con qué fin lo hacen, el “elenco de la función” junto a la limpiadora (Elisabet Gelabert), el camarero (Bruto Pomeroy) y el vigilate de seguridad (Alberto Velasco) de la nave industrial en la que trabajan, intentarán ponerse de acuerdo para parar los pies a una “mano invisible” que está abusando de ellos.
El miedo a perder el empleo, la necesidad de un salario con el que vivir, o la falta de solidaridad entre compañeros son varios ejemplos de lo que tendrán que sufrir estos personajes.
El film plantea, a lo largo de su desarrollo, diversas preguntas bastante incómodas al espectador. Y es que, lamentablemente, en una situación de precariedad laboral, los trabajadores aceptamos como normales situaciones que, desde fuera, son claramente abusivas.
“La mano invisible” se estrenó el fin de semana del Día del Trabajador. No se me ocurre mejor manera de conmemorarlo que lanzando esta reflexión. Es, en mi opinión, una película de necesario visionado.
Con una distribución tan baja es difícil, pero no imposible, verla. En Valencia podemos encontrarla en cartelera en los Aragó Cinema, como siempre: ¡Muchas gracias!
Nuestra calificación: (4/5)
“Welcome to the work’s show”