MADAME MARGUERITE (2015) de Xavier Giannoli

“Tápate los oídos y disfruta el concierto. Tápate los oídos y abre tu corazón”
Curiosa historia que navega entre la comedia y el drama a partir de un argumento que parece inspirado en el cuento popular de “El Rey desnudo”. Una idea desarrollada con altibajos pero con contenido y moraleja, ya que habla tanto de un tipo de hipocresía social muy extendido como, al mismo tiempo, de dignificar las pasiones personales individualmente consideradas, sin depender del refrendo o reprobación de los demás.
En los felices años 20 Madame Marguerite es una baronesa cuya mayor pasión consiste en cantar ópera ante su círculo de amigos. Realmente es un suplicio escucharla, pero nadie se atreve a decírselo e incluso recibe grandes halagos. Así que se irá creciendo con la complicidad de su mayordomo y para desquicio de su marido.
Un relato afable y tierno, donde lo que comienza siendo una sátira simpática acaba adquiriendo un cierto tono dramático pero sin perder completamente el elegante sentido del humor que recorre la cinta. Por otra parte, de manera accesoria, se aprovecha el contexto histórico para caricaturizar los movimientos ácratas y vanguardistas que afloraron en aquella época de entreguerras.
El guion consigue que poco a poco vayamos empatizando con esta mujer ingenua y soñadora, movida por el amor que siente por la música y también por sus nobles sentimientos hacia quienes le rodean, especialmente hacia su esposo, quien intenta disuadirla con disimulo y pequeños engaños.
No obstante, la película peca de un excesivo metraje, de lo que se resiente en un determinado momento, cuando Marguerite contrata a un maestro para preparar su actuación en un gran evento. Es ahí cuando entra en un pequeño e innecesario bucle que queda compensado por un desenlace absolutamente justo y brillantemente concebido.
Catherine Frot (“La cocinera del presidente”) realiza una extraordinaria interpretación, logrando que el público le tome cariño a su personaje. Un trabajo galardonado con uno de los cuatro premios César que ha obtenido esta producción francesa. Además de la actriz, merecen destacarse las aportaciones de André Marcon y, especialmente de Denis Mpunga como el fiel y abnegado sirviente de esta peculiar dama.
“Cover your ears and open your heart for Marguerite”