PAULINA (LA PATOTA) (2015) de Santiago Mitre

“Un juez busca culpables. Su hija, la verdad”
Desde Argentina llega este dramático thriller con fondo de denuncia social que descoloca e incomoda por las sorprendentes reacciones de su personaje central en una delicada tesitura. Una película que consigue provocar al espectador abordando de manera singular las consecuencias psicológicas derivadas de un terrible suceso.
Con una dirección de buena factura y un ritmo fluido, se centra en una joven abogada que deja su carrera de jurista en Buenos Aires para integrarse en un programa de enseñanza dirigido a jóvenes desfavorecidos en zonas alejadas de la capital. Sus ideales se pondrán a prueba cuando sea víctima de un crimen.
El guion no descuida en ningún momento el contenido de la historia que aborda y que va incluso más allá de las cotas de crudeza que alcanza. Basta atender a los diálogos de la escena que sirve de prólogo y que no tienen desperdicio: una discusión entre la protagonista y su padre, un prestigioso juez que no entiende la decisión que ha tomado su hija de abandonarlo todo para centrarse en una difícil tarea docente. Con ello ya sienta las bases de los argumentos que fundamentan las reacciones de los personajes ante lo que se les vendrá encima.
Además, el film maneja con habilidad y de forma diáfana el recurso de desdoblar la narración de determinados acontecimientos para que conozcamos la situación y perspectiva de los distintos implicados en ellos.
Ahora bien, desde que se produce el hecho violento da un giro brusco al relato, sin perder de vista las precarias condiciones económicas y culturales en que viven las gentes de esta región, la cinta genera progresivamente una inevitable perplejidad, para acabar invitando a la reflexión y a la controversia más allá de la proyección. No obstante, con ello se arriesga abiertamente a transmitir gelidez y desasosiego a parte del público que puede terminar distanciándose completamente.
Dolores Fonzi (“Truman”) completa un excelente trabajo, secundada por un magnífico Óscar Martínez, quien exhibe una apreciable fuerza interpretativa.
Interesante largometraje de Santiago Mitre, remake de “La Patota” (1960), aunque no llega a ser tan redondo como su ópera prima: “El estudiante” (2011).
“A judge looking guilty. His daughter, the truth”