PASOLINI (2014) de Abel Ferrara
“Escandalizar es un derecho, ser escandalizado es un placer”
El director Abel Ferrara (“El funeral”) rinde homenaje a Pier Paolo Pasolini con este film deslavazado que sólo deja intuir el carácter provocativo y escandaloso del cineasta italiano.
La acción se centra básicamente en lo que fueron sus dos últimos días de vida y, al mismo tiempo, va recreando pasajes del último e inacabado proyecto cinematográfico que no llegó a estrenar y que respondía a sus singulares señas de identidad. Sin embargo, la estructura narrativa, en su afán por darle un toque onírico y poético a este singular retrato, acaba por antojarse pretenciosa y cansina.
Un guion dominado por la introspección que no llega a transmitir la vehemencia ni el apasionamiento de este polémico realizador, que, por otra parte, encarna un indiscutible Willem Dafoe.
El realizador neoyorquino presenta pues un biopic sesgado, que incluye el fatal desenlace del personaje, recreado de una manera brutal, aunque sin aprovechar su potencial.
Junto a la meritoria interpretación del protagonista, lo más destacable pasa por los apartados técnicos que recrean perfectamente lo que era la Roma de mediados de los 70 con una fotografía tenue y melancólica que se ajusta a lo que debería haber sido el marco de una historia más hechizante.
Cine de autor demasiado exclusivo y onanista que convencerá a unos pocos, a pesar de haber sido seleccionado para su proyección en diferentes festivales de prestigio que es donde encaja mejor.
“To scandalise is a right, to be scandalised is a pleasure”
The director Abel Ferrara («The Funeral») pays tribute to Pier Paolo Pasolini with this disorganized film which only gives a hint of the provocative and outrageous character of the Italian filmmaker.
The action focuses on his last two days of life and at the same time it recreates passages of the last and unfinished film project which did not premiered and responded to his unique identity signs. However, the narrative structure, in its eagerness to give a dreamlike and poetic touch to this unique portrait, turns out to be pretentious and tiresome.
The script is dominated by introspection, failing to convey the vehemence and the passion of this controversial filmmaker, whom Willem Dafoe embodies.
The filmmaker from New York presents a biased biopic, which includes the fatal final of the character, recreated in a brutal way, although without taking advantage of its potential.
Next to the meritorious performance of the protagonist, the technical sections that recreate exactly what Rome was like in the mid-70s deserve a special mention, with soft, melancholic photography that fits what should have been the setting for a more bewitching plot.
It is Art House Cinema too exclusive and full of artistic onanism that only few people will like, despite having been selected for various prestigious film festivals.
Traducido por: Carlota Sánchez García