AMAMA (2015) de Asier Altuna
“Cuando cae un árbol”
Amama (“abuela” en lengua vasca), según el director, representa más que un personaje: es el símbolo de un conocimiento y una sabiduría heredada que conecta con los antepasados, un personaje que está presente durante todo el film, observando sin necesitar hablar para comunicarse.
Film vasco exhibido en su idioma natural que plantea el eterno problema entre tradición y modernidad, entre lo rural y urbano. Al principio del film vemos correr a un joven atado con una cuerda que lleva en lomos a una anciana ante el bosque, un símbolo obvio de lo que es la intención general del film. Es la historia de una anciana y el matrimonio del hijo mayor en un caserío donde conviven a veces los tres hijos de estos. Esta prole es la que crea el conflicto en el film, el desacuerdo entre formas arcaicas de ver la vida y las nuevas visiones que la gente joven plantea. El personaje femenino en este caso es el que activará un cambio en las relaciones humanas formando un conflicto que pondrá en evidencia algunos comportamientos y removerá una falta de comunicación arraigada durante años que ha condicionado la vida de todos ellos.
Creo que el film trata de eso en esencia, de la comunicación y del entendimiento, de aunar las diferente maneras de ser y ver, de una tradición ancestral, con un renovarse para no aniquilarse, para no morir. De aceptar las tradiciones y reconvertirlas: todo tiene una razón de ser, que necesita ser comprendida en su contexto.
El director ha vivido durante su juventud en un entorno rural y eso se nota en la manera de rodar, tanto en los planos generales de los paisajes como en los interiores iluminados con luz natural o esa tonalidad amarilla que imprimen las bombillas desnudas. Los colores vienen de las pinturas y de la imaginación de la protagonista, siempre intentando darle más emoción al entorno y luchando contra comportamientos que parecen absurdos, aunque al final acabe admitiendo su penitencia o sentimiento de culpa ante ese entorno, que, por mucho que intente cambiar, está en el fondo de su ser.
Película bien narrada que incluye, no sé si intencionadamente o no, un homenaje al David Lynch de “Una historia verdadera” en una escena en la que el padre acude a la ciudad con un tractor. Una escena que, como en aquel film, matiza el contraste entre un elemento rural y arcaico y un entorno moderno, pero frío, desesperanzador, donde las viviendas se reducen a números despersonalizados.
«When a tree falls»