CAÍDA LIBRE (2024) de Laura Jou
“A mí me gusta competir porque me gusta ganar”
Esta película dirigida por la directora de Barcelona, Laura Jou, es un thriller psicológico que lleva al espectador al sofocante mundo de la gimnasia rítmica de élite, un espacio donde la perfección física y emocional se convierte en una moneda de cambio peligrosa. La película destaca por su atmósfera opresiva y su capacidad para transmitir la tensión constante que se vive en este entorno, potenciada por la meticulosa actuación de Belén Rueda en el papel de Marisol, una entrenadora implacable y controladora. Inspirada en la figura de la famosa entrenadora Anna Tarrés que tan polémica fue en sus “métodos” de trabajo, la entrenadora se presenta como una mujer cuya vida personal y profesional se entrelazan en un espiral de control, frustración y expectativas inalcanzables.
La actriz madrileña ofrece una interpretación potente, que capta tanto la vulnerabilidad como la severidad del personaje. Su dolor ante la infidelidad de su marido y el temor de perder todo lo que ha construido se proyectan en su trato con Angélica, la prometedora gimnasta interpretada por la debutante Maria Netavrovana. La elección de Netavrovana, gimnasta en la vida real, aporta una autenticidad física al papel que se complementa con la tensión emocional que su personaje sufre bajo la presión de su estricta entrenadora. La relación entre ambas se convierte en el núcleo del filme, con Marisol trasladando su desesperación personal al tatami, haciendo de la victoria en el Campeonato del Mundo no solo una cuestión profesional, sino la única manera de salvar lo poco que queda de su vida.
Irene Escolar y Manuela Vellés aportan interpretaciones secundarias de peso, pero la película es, sin duda, el escenario de Marisol y Angélica o Belén y María, como mejor se prefiera. La tensión se intensifica a medida que se acercan los campeonatos, con la directora construyendo un thriller que más allá del deporte, es un retrato de las consecuencias devastadoras de la obsesión por el éxito y el control absoluto. La fotografía de tonos fríos acompaña bien a construir una atmósfera asfixiante, mientras que la música subraya los momentos de mayor angustia sin caer en el exceso dramático, buena banda sonora compuesta por Clara Peya.
Sin embargo, “Caída libre” no está exenta de algunas fallas. La combinación de una trama relacionada con el submundo del deporte al más alto nivel profesional, y libremente inspirado en hechos reales, con la narrativa del thriller no acaba de funcionar del todo, ya que en algunos momentos se queda a mitad de camino entre ambos géneros cinematográficos. A pesar de esto, el filme logra mantener la tensión hasta el final, con un desenlace que recuerda que, en la búsqueda del oro o la gloria, no siempre es la medalla lo que está en juego, sino la cordura misma y la importancia de sentirse, por encima de todo, siempre persona.
Nuestra calificación: (3/5)