CASI 40 (2018) de David Trueba
“Una road-movie llena de canciones y humor”
El talento cinematográfico de David Trueba comienza en sus cuidados guiones y este estreno es otra prueba de ello. Como hizo en “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, vuelve a la carretera para contarnos a ritmo de road movie la historia de un reencuentro, aparentemente sencilla en los primeros compases y que va tomando cierta entidad entre anécdotas y recuerdos.
La película se construye sobre los diálogos de los protagonistas, con unas hechuras que la aproximan mucho a algunos títulos de Richard Linklater (“Antes de amanecer”) y algo de esto hay porque el director retoma a los dos personajes de su ópera prima, “La buena vida” (1996).
Después de muchos años Lucía se encuentra con su amigo de la infancia. Ella llegó a triunfar cantando, pero hace tiempo que dejó los escenarios para cuidar de sus hijos. Sin embargo, ha aceptado la idea que le ha propuesto quien también fue su primer amor: hacer una pequeña gira por ciudades castellanas e interpretar los viejos éxitos en modestas librerías. Durante la ruta saldrán a la luz los sueños frustrados, deseos y las decisiones que tomaron, contrastando lo que son sus vidas con lo que pudieron ser y con las oportunidades perdidas.
La narración se desarrolla sin parones ni sobresaltos, vertebrada por las paradas y las canciones que interpreta la protagonista, cuyas letras complementan el relato al ser un eco de sus sentimientos contenidos. El filme se mueve siempre entre la ironía, la nostalgia y el humor, salpicado con ocasionales contrapuntos melancólicos o con situaciones de especial comicidad.
La resolución no sorprende ni emociona, simplemente cierra adecuadamente y como corresponde su estructura circular, terminando donde empezó y dejando la puerta abierta, quién sabe, a una futura tercera entrega.
La naturalidad y frescura recorre la cinta de principio a fin, aunque hay que señalar que a Lucía Jiménez se le ve con mucha mayor soltura ante las cámaras; mientras que Fernando Ramallo queda un poco acartonado en algunas secuencias. Del resto del reparto destaca Carolina África, que participa en unas simpáticas escenas.
Nuestra calificación: (3/5)
«A road-movie full of songs and humor»