EL MEJOR VERANO DE MI VIDA (2018) de Dani de la Orden
“Las promesas están para cumplirse”
Quienes aprecien el humor de Leo Harlem, sin duda acertarán al elegir este estreno, porque la película, por momentos, parece una sucesión de extractos de sus monólogos. Aunque no figura su nombre entre los autores del guion, resultan evidentes las dosis de improvisación que ha incorporado. Al margen de ello, nos encontramos con una cinta veraniega entretenida y a veces acelerada, que va de menos a más, ofreciendo básicamente aquello que propone desde que se ve el tráiler o se leen los créditos del cartel: un divertimento sin mucha enjundia.
Curro es un padre de familia, siempre optimista ante las adversidades. Ahora atraviesa una mala racha, ha perdido su empleo e intenta salir adelante vendiendo robots de cocina, mientras que la fábrica en la que trabaja su mujer está al borde del cierre. Sin embargo, su hijo de 9 años ha terminado el curso con sobresaliente en todas las asignaturas, lo que le obliga a cumplir la promesa que le hizo: unas vacaciones de ensueño. Así que ambos iniciarán un viaje lleno de experiencias.
A ritmo de road movie, las peripecias de estos dos personajes se suceden sin solución de continuidad, con unos diálogos repletos de chistes y situaciones chocantes, donde hay espacio para satirizar sobre extendidos clichés y ridiculizar referencias sobrevaloradas o vinculadas a la hipocresía social partiendo de la sencillez y el carácter plano y abierto del protagonista. En este punto es evidente que el film busca agradar a cualquier tipo de público y renuncia al recurso de los gags zafios o de mal gusto.
En un principio se muestra titubeante, pero a medida que se va desarrollando toma entidad aderezado por ligeras pinceladas de ternura y emoción acompañadas de mensajes conciliadores que encajan bien en el conjunto, hasta llegar al desenlace esperado.
El intérprete leonés engancha por su simpática verborrea y el positivismo que transmite. Le complementan perfectamente actores como Gracia Olayo, Jordi Sánchez, Toni Acosta, Maggie Civantos e Isabel Ordaz. Además, funcionan las pequeñas e hilarantes intervenciones de Berto Romero, Arturo Valls, Salva Reina y Javier Laorden. Mención especial merecen los niños Alejandro Cordero y Stephanie Gil, cuya soltura y naturalidad es digna de elogio.
Nuestra calificación: (3/5)
«Promises are to be fulfilled»