EL RECUERDO DE MARNIE (2014) de Hiromasa Yonebayashi
“Te espero en la orilla…Para siempre”
Extraordinario film de animación japonés con el que Ghibli, fiel al dibujo tradicional, sigue haciendo gala de unas excelencias sin parangón. Para ello, como viene siendo habitual, ha cuidado cada detalle de esta hermosa y conmovedora historia que parte de la novela “Cuando Marnie estuvo allí” de la escritora británica Joan G.Robinson.
En esta ocasión, apartándose de lo grandilocuente, y buscando agradar y tocar la sensibilidad de cualquier espectador, desde el más joven al más adulto, nos ofrece un relato de amistad lleno de ternura e inocencia. No falta tampoco un sello de identidad propio de este estudio, como es la incorporación de alegorías y elementos que se mueven entre lo mágico y lo paranormal. Aquí, a diferencia de otros títulos, estos aspectos se van introduciendo con tacto y sutileza, acompañando a una serena y hechizante narración y sin alcanzar una especial preponderancia hasta el tramo final.
Anna es una adolescente que tiene problemas de comunicación en el colegio. Para mejorar esa situación, su madre la envía a casa de unos tíos que viven en el campo. Allí conocerá a una chica de la misma edad, un tanto enigmática, que en poco tiempo se convertirá en su mejor y única amiga.
La película va creciendo en lo sentimental hasta llevarnos a un desenlace tan redondo como inesperado y emotivo, dejando espléndidas sensaciones.
Técnicamente, sin recurrir a más efectismos que los necesarios, las imágenes consiguen cautivar por la belleza que presentan sus escenarios, enfatizados por una banda sonora melódica, cuya contribución no pasa desapercibida a la hora de proyectar las emociones de las protagonistas.
Un largometraje con el que la productora cierra con broche de oro una etapa tan prolífica como brillante, después de anunciar un cierre temporal y una futura reestructuración tras la jubilación del cineasta Hayao Miyazaki. No obstante, si atendemos a este trabajo, dirigido por uno de sus discípulos, Hiromasa Yonebayashi, se puede augurar un porvenir igualmente sobresaliente.
“Waiting for me on the shore…Forever”