HIELO (2015) de Gonçalo y Luís Galvão Teles
“¿Cuántas vidas tiene una vida?”
Coproducción hispano-portuguesa, mezcla entre ciencia ficción y thriller que nos cuenta la historia de una joven estudiante de guion cinematográfico que ve cómo aquello que escribe se va convirtiendo en su propia historia, hasta tal punto que durante el desarrollo de la misma no sabemos qué es real y qué no.
Parte de una idea bastante interesante, tanto la trama de la estudiante de guion que va desarrollando su historia, como la trama de la historia en sí: el engendramiento de un bebé mediante el ADN de un hombre de la edad de hielo que encuentran congelado y en perfecto estado unos espeleólogos. Tras dar a luz, arrebatan el bebé a la madre (Ruth Gabriel) y la mantienen recluida en un palacio para poder investigarla. Esta niña es Catarina (Ivana Baquero) y a su vez también será Joana, la estudiante, ya que sus vidas se van conectando a lo largo del film.
Paralelamente vemos dos historias de amor, tanto de Joana que se enamora de un compañero de su universidad, como de Catarina que llega a enamorarse de su captor. Historias contadas de forma muy bella visualmente.
Hay una parte futurista de la película que se hace apreciable en la fotografía, invocando bastante al hielo que es un elemento fundamental de la historia y haciendo estas escenas muy luminosas. Por el contrario, las escenas del palacio donde está Catarina son mucho más evocativas y en tonos más pastel.
En mi opinión, la película parte de una idea original, pero conforme avanza la trama se va volviendo muy complicada y confusa, a veces difícil de seguir, y esto hace que te haga perder el interés. Además, hacia el final del film recurre a repetir escenas ya vistas para explicar algunas cuestiones, cosa que a mi parecer empobrece la calidad de un guion. En la película se argumenta varias veces que lo importante de una historia no es el final si no lo que se cuenta, y yo añadiría que también es muy importante cómo se cuenta, porque a veces el hacerlo enrevesado no mejora la historia, sino al contrario.
Otra cosa que me ha sorprendido mucho, y que me ha hecho bastante difícil entrar en la película, es la utilización del idioma. Pienso que pese a que sea una coproducción y se usen dos idiomas, en este caso portugués y español, esto ha de hacerse con sentido. ¿Por qué el personaje de Catarina, una niña que al nacer es criada en un palacio sin salir rodeada de hombres que hablan portugués, habla en un perfecto castellano?¿Por qué Joana y su enamorado hablan cada uno en un idioma y se entienden perfectamente? Está claro que los idiomas se parecen, pero no creo que a ese nivel de entendimiento.
Si con algo me quedo de la película es con las apariciones, aunque breves, de Ruth Gabriel, ya que es una alegría verla de nuevo en la gran pantalla. Y también con algunos planos de un maravilloso gusto estético y visual.
«How many lives have a life?»