IMPERIUM (2016) de Daniel Ragussis
“Las palabras construyen puentes a regiones inexploradas»
De la mano de un novato director llega a los espectadores “Imperium”, una obra que busca ser, de alguna forma, la sucesora de “American History X” y dar un golpe de efecto al espectador introduciéndose hasta las entrañas de unos grupos neonazis americanos. La decadencia y los escenarios podrían asemejarse a los de “Trainspotting” e incluso “Pulp Fiction”, los suburbios y las casas llenas de armas, desgana y el sustento de las drogas, sin embargo se evade al intentar dotar de un realismo demasiado ficticio para lo que son estos grupos de ultraderecha.
Michael (Daniel Radcliffe) es un agente del FBI al que le imponen infiltrarse en un grupo neo-nazi estadounidense. Su personalidad y su aspecto son cambiados para disimularse en este terreno, y así de repente se ve envuelto en una nube de violencia de la que ya tendrá muy difícil poder huir. Con una interpretación camaleónica y extremadamente difícil, Radcliffe pasa perfectamente por uno de ellos, de hecho poco se llega a sospechar que esté infiltrado. También es ayuda por el trabajo modesto del resto de “neo-nazis” que simplemente se basan en estar enfadados.
Realmente la película es bastante modesta. Intenta generar una violencia de la nada, se basa en una imaginaría ridícula y nunca llegas a creerte que realmente esas personas puedan hacer nada malo. Tampoco acaba de cuadrar el cambio tan radical de un trajeado Radcliffe, tímido y con poca fuerza en la credibilidad para, de repente, se lee dos libros de Hitler y se rapa, y ya se le borra esa timidez y pueda hasta vacilar al líder de una banda criminal. Los giros son bastante absurdos y, como ya mencionado, para nada creíbles. La factura técnica, dirección y música encajan bien, pero sin un buen guion ya sabemos que todo se cae por la borda.
Algo muy positivo en lo que incidir es la interpretación de Radcliffe. Tras convertirse en una mega estrella con Harry Potter se ha dedicado a elegir trabajos más independientes y sin tanta comercialidad, básicamente porque puede y no necesita tanto el dinero. Y se ha descubierto un actor más que interesante, que aun dándole un papel rozando el absurdo se convierte en una credibilidad bastante grande, aunque los giros sean inútiles y tontos, él transmite algo de miedo y duda.
Una pena que un trabajo con tanta documentación y que tan poco se ve, una banda neo-nazi, se vaya por unos derroteros que no interesan. Con mostrar más verosimilitud, no pensar que estas bandas siempre están peleándose, disparándose y drogándose, se hubiera podido extraer mucho más. En definitiva, en lugar de crear una tensión latente, se dedica a deambular por un clima típico y tópico. Resulta más creíble pensar que Dani Rovira se hace abertzale en “Ocho Apellidos Vascos” que Daniel Radcliffe se convierte en fascista. Vamos, que NO.
Nuestra calificación: (3/5)
«Words build bridges to unexplored regions»