LA LEYENDA DE BARNEY THOMSON (2015) de Robert Carlyle
“Algunas personas no sirven para matar”
El actor Robert Carlyle se atreve a sentarse en la silla de dirección por vez primera para traernos una comedia inteligente, negrísima y de enredo.
Esta vez apela para su primera película como director a ese tradicional espíritu burlón y negruzco del cine británico, donde las situaciones incomodas y estrafalarias no dejan de sucederse una detrás de otra y que cuenta en la calidad de sus intérpretes con su mejor baza. En esta película, el personaje Barney Thompson es un torpe y tímido barbero que trabaja en una peluquería de Glasgow. Lleva una vida mediocre de soltero empedernido, se siente ninguneado en el trabajo y en casa, donde debe lidiar con una madre dominante.
Su rutina sufre un cambio inesperado el día que su jefe le comunica que lo va a despedir por su incompetencia y por su mal talante con los clientes. Es entonces cuando un homicidio involuntario lo convierte en el principal sospechoso de una serie de macabros crímenes, obra de un psicópata.
La descripción literaria y visual que hace Carlyle de ese barbero cincuentón y de su mangonera madre, el uno campeón mundial del aburrimiento y del gafe a terceros y la otra un puro estrambote que encarna Emma Thompson, sin prejuicios, envejecida a lo bestia y animalmente graciosa, es apabullante.
Robert Carlyle tiene pulso y cierto gusto por la imagen y su temperatura al dirigir esta comedia negra, con un reparto montado alrededor del recurso seguramente más gracioso de la película: que Thomson, de 57 años, sea la madre del propio Carlyle, de 55. Pero que en definitiva, se trata de una obra modesta pero intencionadamente provocadora que deja tras de sí la sensación que aunque podría haber sido mejor, es una buena ópera prima que quizás abra la puerta al reconocimiento en el género de comedia negra a un director principiante que tras obtener satisfacciones en la interpretación, se haya propuesto dar el salto a coger la batuta en la dirección de películas, y dejando que sean el guion, las situaciones y los personajes en sí mismos los que provoquen la gracia y el sarcasmo.
“He’s just not cut out for murder”