LA LUZ ENTRE LOS OCEÁNOS (2016) de Derek Cianfrance
“El amor lo exige todo”
Derek Cianfrance parece un director abonado a los dramas desgarradores, como ya apuntó en las notables “Blue Valentine” (2010) y “Cruce de caminos” (2012). De nuevo, siguiendo esa senda, aborda una historia de época que navega con dificultad por los terrenos de una intensa crónica romántica con ligeros toques de thriller; una propuesta que va de más a menos al ir imbuyéndose de un tono folletinesco que no le favorece.
Finalizada la Primera Guerra Mundial, un militar retirado acepta trabajar como farero en un islote solitario al sur de Australia. Antes de partir conoce a una joven con la que comienza una relación epistolar que acabará en matrimonio. Sus vidas darán un vuelco cuando encuentren en una barca a la deriva un bebé junto al cadáver de un hombre.
Una propuesta que se fundamenta en poner a prueba los límites del amor incondicional, sometiéndolo a decisiones muy delicadas que se tornan más complejas cuando entran en juego los sentimientos maternos. Con estos argumentos lleva las situaciones que plantea a extremos intencionadamente desgarradores en un desarrollo con altibajos que deja entrever sus artificios.
Funciona un poco mejor al adentrarse tímidamente en el terreno de la incertidumbre y en el tramo final del relato, cuando, con tacto y sutileza, recupera su esencia inicial y adquiere un bello tono poético.
Basada en la premiada novela homónima de M.L. Stedman, las virtudes técnicas suplen algunas lagunas narrativas, destacando especialmente una cuidada fotografía de los paisajes con fondos marinos a la que se suma la envolvente y melódica banda sonora de Alexandre Desplat; dos apartados muy notables que adquieren una relevancia mayor a lo que sería deseable si funcionaran mejor otros aspectos.
Igualmente decisivos resultan sus intérpretes para salvar con mayor dignidad esta producción, en la que funciona la química entre dos actores que se encuentran en un espléndido momento como Michael Fassbender y Alicia Vikander. Ellos consiguen que soportemos los bruscos vaivenes de su atormentada relación, siendo igualmente apreciable la participación de Rachel Weisz.
“Love demands everything”