LA VERDAD (2015) de James Vanderbilt
“Esperan que de ese modo la verdad se pierda por el camino”
No todos los días se puede hacer una película como “Todos los hombres del presidente” (1976). Este estreno es uno de esos casos de “quiero y no puedo” que trata de emular a este referente cinematográfico sin conseguirlo. Un reparto estelar al servicio de un thriller periodístico con trasfondo político del que es fácil augurar que tendrá una acogida bastante fría fuera de sus fronteras.
Pone en escena unos hechos reales ocurridos en 2004, cuando, en vísperas de las elecciones, la productora de informativos de la CBS y uno de los presentadores más populares de la cadena formaron un equipo para investigar el pasado militar de George W.Bush. A partir de unas filtraciones trataron de demostrar que el presidente entró en la Guardia Nacional Aérea, beneficiándose de los contactos de su familia, para evitar ir a la Guerra de Vietnam.
El film en su primer tramo es muy confuso y disperso por la cantidad de nombres y datos que manejan los personajes y por el constante cambio de escenarios por donde se mueven, extremos que, es de suponer, resultan más cercanos al público estadounidense. Unos preámbulos que se alargan en exceso y en los que no acaba de asentarse.
Afortunadamente, el cariz de la película comienza a cambiar poco a poco mediado el metraje, aunque para eso hay que esperar más de una hora. Cuando, por fin, logra centrarse y destapar el nudo argumental, cobra fuerza. Es ahí cuando consigue suscitar interés por la forma en que se manejan las informaciones más sensibles y la vulnerabilidad de los informadores (en algunos casos manipuladores) por quienes pueden manipularles, los riesgos de estar expuestos a las redes sociales, los medios que proporcionan las nuevas tecnologías para fines torticeros, la inmunidad de los poderosos y la velocidad arrolladora con la que se puede hacer añicos una buena reputación justamente ganada a lo largo de los años. Con todo, estos temas están plasmados de una manera demasiado sobria para trascender como merecen.
Lo mejor pasa por las interpretaciones de un elenco encabezado por una magnífica Cate Blanchett, espléndida y plenamente metida en su papel, arropada de cerca por un brillante Robert Redford. También hay que reseñar las notables aportaciones de Topher Grace, Dennis Quaid y de otro veterano como Stacy Keach.
“And they hope to God the truth gets lost in the scrum!”