MANUAL DE UN TACAÑO (2016) de Fred Cavayé

“Enamorarse puede salir muy caro”

El visionado de esta comedia francesa deja con la idea de que se ha desaprovechado un presupuesto argumental idóneo para haber conseguido un resultado mucho más tronchante del que depara. Desde luego, las producciones galas se han ganado, en este terreno, más que merecidamente un hueco en las carteleras internacionales, lo que no siempre es sinónimo de una propuesta redonda. El film que nos ocupa se queda a medio camino, presentando una historia con momentos tronchantes y otros absolutamente desangelados.

François Gautier es un virtuoso violinista, tan reconocido en el escenario como sabida, fuera de él, es su condición de tacaño; una racanería que llega a unos extremos inauditos desde su más tierna infancia. Cuando el amor parece llamar a su puerta y al mismo tiempo, recibe una visita inesperada, sus rígidos esquemas amenazan con desmoronarse, abriendo una rendija a gastos imprevistos, lo que le saca completamente de quicio.

La historia sorprende en sus primeros compases, hilvanando gags de indiscutible gracejo y recorriendo la presentación del protagonista de un humor, casi siempre muy visual, que sirve para hacer una descripción completa de su forma de ser. Sin embargo, hay un punto en que comienza a repetirse, lo que provoca una ligera pérdida de interés por sus peripecias.

A medida que sus parcelas sentimentales van adquiriendo un mayor peso, el conjunto se resiente, más aun cuando intenta llevar por los terrenos de la redención a tan singular personaje; hasta desembocar en un desenlace insustancial que a buen seguro dejará la sensación de tibieza en gran parte del público.

Lo que no ofrece duda es el acierto de contar con un actor que domina este tipo de registros a las mil maravillas como Dany Boon, tal como ha dejado claro a lo largo de su carrera (“Bienvenidos al norte”, “Nada que declarar”, “Llévame a la Luna”, etc…). Él hace brillar al resto de intérpretes que se mueven a su alrededor, como, en este caso, sucede con Laurence Arné, Noémie Schmidt y Patrick Ridremont, quien asume otro rol de marcada comicidad.

Aceptable propuesta que, no obstante, no se ajusta a las expectativas generadas al anunciarse como un éxito arrollador en el país vecino.