MARÍA (Y LOS DEMÁS) (2016) de Nely Reguera
“Llega el momento de atreverse a cambiar”
La treintena es esa edad donde confluyen todos los sueños, todos los deseos que teníamos para el futuro con la realidad de que la mayoría de ellos todavía no se han cumplido, y algunos incluso los vemos ya imposibles de realizar. Además, a eso se unen las exigencias de la sociedad que espera que a esa edad ya tengamos una vida madura y medianamente resuelta.
María, la protagonista de la película, es una treintañera que no tiene una vida mala, ni dramática, tiene una vida normal, como la de la mayoría. Cuida de su padre viudo enfermo, con poca o ninguna ayuda de sus dos hermanos, tiene amigos, un trabajo relacionado con su sueño que es ser escritora (trabaja en una librería-editorial) y tiene un amante, “rollo” o como le queramos llamar. Pero ella no se siente realizada. En el momento en que ya no es necesaria en el cuidado de su padre el peso de su vida se le viene encima y se da cuenta que a su alrededor todo evoluciona mientras ella sigue estancada en el mismo lugar. Sigue sin terminar su novela mientras presenta a escritoras a las que dobla en edad, su “rollo” no quiere comprometerse, sus amigas se van casando y teniendo hijos… Es fácil entender a María y ponerse en su lugar.
Sin duda de que empaticemos tanto con María tiene la culpa la actriz que la encarna. Bárbara Lennie está, como siempre, fantástica. Le da ese toque fresco, humano e inocente al personaje que hace que sea inevitable quererla abrazar muy fuerte. Además de que “los demás” son actores de la talla de José Ángel Egido, Julián Villagrán, Pablo Derqui, María Vazquez o Rocío León.
No es casualidad que haya cosechado dos nominaciones a los Premios Feroz. El de actriz protagonista es evidente, como ya he comentado antes, por la genial interpretación de Bárbara Lennie. El de mejor película de comedia es una nominación muy merecida y sigue la tendencia que hay en España, por suerte, de comedias que no buscan el mero entretenimiento si no que tienen detrás un gran guion y una buena historia, y que además, te provocan la risa a la vez que te hacen reflexionar y realizan una crítica a la sociedad en la que vivimos. Una película sencilla y fresca que mezcla a la perfección los problemas de la vida cotidiana con un inteligente sentido del humor. Sin duda una brillante incursión en el largometraje para Nely Reguera.
«The time has come to dare to change»