MARIE CURIE (2016) de Marie Noëlle
“En un mundo de hombres su valentía cambió la historia”
Lo que comienza siendo un interesante “biopic” acaba diluyéndose entre formulaciones científicas y una historia de amor que termina por asemejarse peligrosamente a un culebrón. Pese a ello, esta coproducción europea cuenta con una loable dirección artística y un muy meritorio trabajo de la intérprete polaca Karolina Gruszka.
La acción nos lleva a principios del siglo XX, cuando acaba de darse a conocer que el matrimonio Curie ha sido galardonado con el Premio Nobel de Física (1903). Ello sirve de impulso a sus estudios sobre las aplicaciones de la radiación al campo de la medicina. Sin embargo, poco tiempo después, Marie enviuda y deberá proseguir en solitario la investigación que compartía con su esposo. La inquebrantable determinación que muestra en el laboratorio se pondrá a prueba cuando salga a la luz pública el romance con uno de sus colaboradores, un hombre casado.
Las expectativas suscitadas por las primeras secuencias empiezan a menguar a partir del momento en que el marido de la protagonista desaparece de escena, lo que invita a concluir que el planteamiento del film no es el más idóneo. De partida, renuncia a remontarse en el tiempo para recrear los albores de una relación entre dos genios, sin duda, apasionada en lo personal y simbiótica en lo profesional; perdiendo la oportunidad de remozar la visión cinematográfica que Mervyn LeRoy ofreció en “Madame Curie” (1943), con Greer Garson y Walter Pidgeon.
Por el contrario, desde que completa la presentación de esta insigne química y de las circunstancias que ha de afrontar, hasta que llega a la trama emocional, la película se entretiene en una serie de detalles de relevancia muy diferente. Tampoco alcanza a ser especialmente conmovedora ni eficaz en sus propósitos cuando, partiendo del “affaire” que inicia con un compañero adúltero, intenta construir una crítica sobre la hipocresía social y la discriminación de la mujer en la Francia de aquellos años, a la par que reivindica y homenajea a tan extraordinaria figura.
En consecuencia, estamos ante una propuesta prometedora que no acaba de ser redonda, pese a contar con mimbres suficientes para haber alcanzado mejores logros. Y ello sin restar un ápice de reconocimientos a su reparto y a la brillante labor desarrollada por los distintos departamentos técnicos, incluyendo la intimista e ilustrativa banda sonora compuesta por Bruno Coulais.
Nuestra calificación: (3/5)
«In a man’s world her courage changed history»