PAULA (2016) de Christian Schwochow
“La pintora que cumplió sus sueños”
En la convulsa Europa de principios del siglo XX, donde todo estaba en constante cambio y las viejas tradiciones morían en pos de las revoluciones y la modernidad; se empezaban a asentar ya, aunque de forma desordenada y confusa, las bases de lo que sería la sociedad en la que vivimos actualmente.
Pero en 1900 aún las mujeres no podían votar, no estaba bien visto que trabajaran, ni que se desarrollaran artística o intelectualmente. Las metas eran: casarse, tener hijos, vivir desahogadamente y si eso, tener algún que otro hobby o pasatiempo, pero en el cual jamás se destacara ni mucho menos se hiciera sombra a los hombres.
Pero Paula Becker no estaba dispuesta a seguir esos dictados sociales y a los veinticuatro años decide romper con lo establecido e intentar desarrollarse como pintora, manteniendo su estilo personal, controvertido y único, aunque casi nadie de su entorno la apoyara.
Y así comienza la historia basada en un personaje real, dirigida por Christian Schwochow, conocido por “La invisible”(2011) y “Al otro lado del muro” (2013) que cuenta con la maravillosa actriz Carla Juri, la cual ya nos demostró su valía en películas como “Wetlands” (2013). La actriz suiza encarna el papel de la excéntrica Paula, una mujer testaruda, decidida, muy divertida, pero a la vez cargante e inmadura; un perfil de persona que o te cae mal desde el minuto uno o te conquista y te atrapa, como le sucede al que será su marido, el también pintor Otto Modersohn (para mí el mejor de toda la película) interpretado por el guapísimo Albrecht Schuch.
Paula decidida a ser pintora prueba suerte en una comunidad artística de su pequeña ciudad de Worpswede en Alemania, pero su estilo y técnica resulta totalmente incomprendido y rechazado y comienza a pintar por su cuenta a las gentes de su ciudad, sin importarle lo que piensen o le digan los demás. Al final y tras cinco años de un matrimonio hastiado y carente de pasión con Otto, decide coger el caballete y marcharse a París; al París bohemio, el de la belle époque, el de Rodín y el Moulin Rouge y allí comienza su verdadero viaje de transición personal y artístico, aquel que le otorgará su deseo de realizarse como pintora.
“Paula” es una película visualmente deliciosa, con una fotografía exquisita, con unos exteriores e interiores totalmente pictóricos que te sumergen en esa época y no encuentras nada fuera de lugar que te saque de esa ensoñación. El vestuario es perfecto, sin duda merecedor de muchas nominaciones y premios, en serio, precioso.
Pero tiene varias cosas que no me han gustado, la primera, que es una película excesivamente larga para la trama que tiene, se llega a hacer lenta y pesada; ya que se centra demasiado en la personalidad de Paula y muy poco en lo que de verdad importa, que es su arte. Hay mucha paja. Me da la sensación que han querido centrarse sobre todo en la idea de Paula de “esto lo hago yo por mis santas narices y me da igual lo que me digáis” que han dejado en un segundo plano lo que hace en sí.
Y otra cosa, aunque inevitable, es el sabor agridulce que deja el final, pese que ya casi al comienzo de la cinta te lo dejan entrever y solo hay que recurrir a la biografía de la artista para saber cómo acabará, nadie deseaba que la película terminara así.
No obstante, los personajes principales están magníficos, su interpretación es sencillamente inmejorable. Y lo mejor sin duda, es el mensaje central de la película, que es que nunca hay que dejar de perseguir tus sueños hasta alcanzarlos, jamás dejarse desanimar por las críticas y no rendirse ante convencionalismos sociales o culturales, le pese a quien le pese. Y esa, es un lección que incluso hoy en día, no debemos olvidar.
Nuestra calificación: (4/5)
«The painter who fulfilled her dreams»