SANTUARIO (2019) de Álvaro Longoria
“Cualquier acción que no sea activarse significa estar en contra”
Del lat. sanctuarium.
1. m. Templo en que se venera la imagen o reliquia de un santo de especial devoción.
No hay nada que defina mejor lo que tenemos que mostrar ante el entorno que nos rodea tan bien como “especial devoción”. Eso, al menos, es lo que aún continúan pensando los hermanos Bardem tras haberse embarcado en esta aventura. Y nunca mejor dicho, pues se subieron al “Arctic Sunrise” en una campaña de Greenpeace para reivindicar la protección de la Antártida. ¿Con qué objetivo? Pues el de conseguir convencer de construir el mayor santuario marino existente. La finalidad de esto es bastante comprensible: debemos de salvar el planeta, y los océanos es una de las partes fundamentales del mismo.
En un mundo frío como el hielo, donde estamos absolutamente rodeados de icebergs, aún queda el agua, que es lo que se derrite y adapta a lo que es duro de derruir. Bardem, que presta su voz para el hilo conductor del relato, comienza diciendo que hay que unirse para luchar por el planeta. Ojalá este documental cambie alguna perspectiva. Habrá merecido la pena.
Trata de contar una aventura y casi lo logra es su totalidad, solo que no sabe proporcionarle el toque cinematográfico. Nos toca la fibra, se vuelve visceral, pero algo arbitrario a nivel técnico y estilístico. No funciona del todo en la simbiosis realidad versus ficción. Es cierto que es algo que bebe de la verdad, pero al final te lo está contando desechando las partes que no se consideraron necesarias. A lo que me refiero es que no es tan evidente que exista un guion, más bien pareciera una recapitulación de lo grabado. Y no está mal, pero puede ser algo evidente su desbarajuste narrativo.
GreenPeace organiza eventos que cambiarán el mundo. Eso no es nuevo para nadie, aunque muchos traten de obviarlo. Es por eso que Carlos y Bardem entendieron la importancia de trasladarse hasta el ártico para servir de ojos de la gente normal, de los que no entienden qué está pasando, pero son capaces de ver que estamos haciendo algo mal. Los Bardem han llegado hasta allí para funcionar como comunicadores de lo que están viendo. Vale, está bien, seguramente tenga mucho que ver que el animal favorito de Javier sea el pingüino. En cierta manera, esto lo hace por ellos.
Primero, deben de organizar un equipo. Segundo, recabar documentos gráficos para convencer al resto del mundo -sí, parece que aún no se ha dado cuenta- de que tenemos que salvar para salvarnos. A lo largo del documental se toparán con otro grupo de personas que suben con agilidad lo que para los hermanos es un mundo, pero lo más importante llega cuando se expone la función del kril y cómo es fundamental evitar esa pesca indiscriminada de él. El krill absorbe el carbono de la superficie y lo deja en el fondo del océano. Además, es vital para la cadena evolutiva. Ya ni siquiera se habla de la contaminación, sino de la cadena reproductiva.
Pero ese no es el único mensaje. Para ello, utilizan un recurso transmedia en el mismo documental, se hacen eco de los videos y fotos que se compartieron a través de las redes sociales para “concederles” el atractivo actualizado y, de esa forma, llegar aún más lejos.
A bordo de “La lavadora”, como llaman al Arctic Sunrise, el barco donde surcan los mares congelados, pueden enfrentarse incluso a olas de 10 metros. No obstante, los contratiempos no los harán ceder en el intento. Ya sabían dónde se metían. En palabras del actor de “No es país para viejos”; “Cuando vas más allá de la superficie, cuando te adentras más allá, en el océano, puedes darte cuenta de que puede haber mucha vida y… mucho color”.
“Solo hay que apartarse de las pantallas y salir a contemplar el paisaje que tenemos ahí fuera, ya que es espectacular todo eso que nos da la vida”, dice uno de los integrantes de GreenPeace. Si algo queda claro tras el visionado de Longoria es que mucha gente quiere saber, ayudar… solo que no sabe cómo.
Álvaro Longoria es director, productor y fundador de la compañía madrileña Morena Films. Debutó con “Hijos de las nubes, la última colonia” (2012), por el que se llevó el Goya. Su segundo documental, “The Propaganda Game” (2015), obtuvo la nominación en el mismo certamen. También ha realizado “Dos Cataluñas” (2018), documental original para Netflix, y “Ni distintos ni diferentes: Campeones” (2018).
Por los títulos podemos intuir el compromiso del director con nuestra forma de entender el mundo y su lucha por que haya más acuerdos que discordancias entre nosotros. El guion lo ha realizado el propio Longoria con Carlos Bardem.
Nuestra calificación: (3/5)
«Any action other than activating means being against»