SIETE DESEOS (2017) de John R. Leonetti

“Cuidado con lo que deseas”

No es que esta cinta aporte fórmulas novedosas al cine de terror; basta recordar la saga “Destino fatal” para comprobarlo. Ahora bien, ello no impide reconocer que estamos ante una propuesta digna, alejada de la mediocridad y que sabe crear adecuadas atmósferas de suspense, pese a echar mano de pequeñas trampas para mantener en vilo al espectador.

Se centra en una adolescente que no es precisamente popular en el colegio. Un día su padre, que se dedica a recoger chatarra, le regala una bonita caja china cuyas inscripciones invitan a formular deseos. Poco a poco, todos los sueños de la joven se van a ir cumpliendo, ignorando el alto precio que este misterioso objeto se está cobrando conforme se hacen realidad.

El guion se preocupa intencionadamente por caracterizar a la protagonista de forma que el espectador la comprenda y entienda perfectamente justificados los anhelos que pronuncia en voz alta, revistiendo de una cierta ingenuidad sus intenciones. Apunta así a que quien más y quien menos puede tener malos pensamientos, tanto como grandes aspiraciones, generando una complicidad con el personaje que atenúa la culpabilidad sobre los sucesos que desencadena.

Por otra parte, cuando parece que el film va a entrar en un bucle narrativo, introduce nuevas circunstancias que reclaman la atención, vinculadas al remoto y maldito origen de la enigmática antigüedad, reforzando su impronta esotérica y aumentando la expectación.

Si bien en muchos extremos resulta previsible y pierde ligeramente el norte en los compases finales, remata el relato con un final inesperado y repentino, estropeado en parte por el típico epílogo de este tipo de historias.

Joey King (“Expediente Warren: The conjuring”) realiza un trabajo notable llevando el peso de la película. A su lado, no deja de ser curioso encontrar a Ryan Phillippe, quien empezó a despuntar en estos terrenos, con “Se lo que hiciste el último verano” (1997).

Estamos pues ante un título eficaz a la hora de sostener la tensión que se aleja, en lo que puede, de los tópicos del género; de ahí que el tráiler, tal como se ha montado pueda resultar bastante engañoso.