TECHO Y COMIDA (2015) de Juan Miguel del Castillo
“¿Y a ti quién te rescata?”
Ponerse a analizar este film desde un punto de vista cinéfilo o artístico sería un error que algunos están cometiendo. Este es un film de denuncia, reivindicativo, de tirón de orejas a los que giramos la cara a la pobreza cuando la tenemos al lado: esta historia podría estar pasando en la puerta de enfrente de nuestra casa.
La historia que cuenta es la de una madre soltera que tiene que hacer frente día a día a la falta de trabajo, a la alimentación de un hijo, a la soledad e indiferencia, pendiente de ser desahuciada de un día a otro. Una serie de desgracias que pueden parecer exageradas por acumulativas, pero que no son fantasías: son incidentes que según la fecha en la que se desarrolla el film, 2012, les sucedían realmente a más de 500 personas todos los días en este país, mientras se rescataba a la banca con 100000 millones de euros y se celebraba el triunfo de la selección española de futbol de la Eurocopa, detalle que busca el realizador para acentuar la soledad de estas personas contra el entorno mediático que las aparta y menosprecia, esta gente de España que parecen no existir, por desgracia, para todos los demás ciudadanos de primera clase.
Este film es un duro documento de la vida de esta mujer y su hijo, cuya lucha consiste en poder comer. Magníficamente retratados todos los pequeños detalles: barrios marginales con viviendas muy justas de prestaciones, trabajos degradantes para poder sobrevivir en una empresa de limpieza que se nos antoja fraudulenta, los constantes remiendos de las zapatillas de deporte, esas visitas a los centros de atención donde chocará con los típicos papeleos o trabajadores rutinarios ajustados a lo que marca la ley, pero alejados de la verdadera ayuda que estos deberían ejercer…
Puede que la protagonista no sea perfecta, la vemos actuar a veces incorrectamente, se la ve poco preparada y es supersticiosa, pero nadie es perfecto y con semejante mala vida esto realmente se acentúa.
Muy acertada la interpretación de Natalia de Molina reflejando el miedo ante una realidad que la supera o la humillación constante de pedir ayuda aunque esto esté en lucha con su orgullo.
Los hechos que se narran en este film, aunque están fechados en el 2012, siguen pasando hoy en día y sólo con el apoyo real de las instituciones, más que con la solidaridad de las personas, podrían solucionarse estos problemas.
Es una película que duele, que muestra una dura realidad que no deja resquicio para que su protagonista piense en otra cosa más que en su propia supervivencia. Es una película ausente de romanticismo, sin coartadas artísticas que incluso renuncia a una banda sonora, sólo la triste canción del final de la película.
“So, who’s going to bail you out?”