CALL ME BY YOUR NAME (2017) de Luca Guadagnino
“El amor, al no entender de geografía, no conoce fronteras” – Truman Capote.
La última película del realizador Luca Guadagnino y con guion adaptado de James Ivory, ya tiene en su haber varias nominaciones a los Óscar: Mejor Película, Mejor Actor Protagonista para Timothée Chalamet, Mejor Guion Adaptado y Mejor Canción Original; lo cual es una gran noticia porque estamos ante una historia muy potente.
Elio es un joven de 17 años que sin tener claro cuál es su afinidad sexual, se siente atraído por el insoportablemente guapo y atractivo Oliver, cosa muy normal pues este hombre es doloroso de mirar y no poder tocar. El hecho de que sea irresistible es una baza muy inteligente de la que hace uso el director para que tanto hombres como mujeres podamos sentir lo mismo que siente Elio, y así viajar con él en este universo de sensaciones.
En este amplio abanico de sentimientos y deseos reprimidos por miedo al sufrimiento, lo inevitable ha de explosionar y la Vida toma el mando, mal o bien que les pese a sus protagonistas, masculinos ellos en 1983, que se dice pronto, pues aquellos años 80 todavía recientes no eran tan propicios para la expresión sexual fuera de lo “normal”.
Sumergirse en “Call me by your name” y volver a la cotidianeidad como si nada hubiera pasado es imposible si uno tiene un mínimo de vida en su cuerpo y emociones, porque lo que aquí se presencia es un torbellino de sensualidad y deseo que deja la casa de uno patas arriba y hace preguntarte si estarás desperdiciando tu vida por el miedo a vivirla plenamente.
Aunque buena parte de la película tuve la impresión de que la historia estaba dispersa y poco concreta, poco a poco va cogiendo forma y fuerza.
Nos deja con la inspiración de que estamos de paso y que hay que aprovechar el momento, “Carpe Díem,” como nos decían los poetas muertos, aunque luego pueda doler; para mí este sería el mensaje final que deja la estupenda película y lo que más me ha impactado es la conversación que tiene Elio con su padre, pues deja un sabor de boca impresionante.
No se la pierdan y permitan que el maremoto de emociones cumpla su función.
Nuestra calificación: (4/5)
“Love, having no geography, knows no boundaries” – Truman Capote.