LA INOCENCIA (2019) de Lucía Alemany
“¿Qué es lo que pasará en casa cuando se enteren de eso?”
Con esta premisa, la cineasta formada en la ESCAC, Lucía Alemany, ha levantado todo un proyecto que solo ha traído buenas críticas. La adolescencia es una etapa que preocupa a la directora. Por eso, en este relato ha querido narrar la historia de Lis, una adolescente que sueña no solo con salir de su pueblo, sino en convertirse artista de circo. Vive con un padre autoritario y una madre católica que tomas las decisiones acordes al qué dirán. Además, en el pueblo es imposible encontrar la intimidad con su novio. Pero lo peor llegará cuando reciba una noticia que tiene miedo de contar.
Existen muchas cosas que se ponen de manifiesto. Por ejemplo, una de ellas es la primera de las relaciones que tenemos en esta fase de nuestra vida, ésa en la que conoces a la primera persona importante y que te va a despertar muchos miedos, la mayoría generados por esa exención de referentes anteriores. Me recuerda un poco a la relación vista en “La llamada” (Javier Ambrossi, Javier Calvo, 2017), de la mano de Anna Castillo.
La familia espera una cosa de ti, como sucede en la notable “Miriam miente” (Natalia Cabral y Oriol Estrada, 2018) que desde que naces –dependiendo del lugar– estás sujeta a unos condicionantes y una cultura que quizás no se identifica con tus objetivos, ni a corto, ni a largo plazo, ni en ningún momento de tu vida o de la de otro.
Lo que a algunos les da vida, a otros puede entristecerle irremediablemente. Que se perciba el abuso en algo que lo es, pero que se tenga que prescindir de lo que otros estiman como “mal visto”, aunque no lo esté o, simplemente… no estés haciéndole daño a nadie más que a ti mismo privándote de ello. Forzarte a ser lo que esperan de ti, y obviar lo que eres. Vivir tu vida entre sollozos clandestinos, porque llorar tampoco es lícito.
Todo tiene eco en nuestra sociedad. El escarnio público es parte de nuestra redención. La culpa, el perdón. Y aquí entra otra pregunta de esas clásicas, “¿qué le pasa a esa gente de los pueblos pequeños que no puede ver más allá?” Si tan solo escucháramos un poco más, si nos forzáramos a librarnos de los prejuicios y no permitir que éstos hablen por nosotros, entonces todo iría mejor.
Con una actriz cuyas expresiones nos traen de vuelta a la protagonista de “La vida de Adele” (Abdellatif Kechiche, 2013). Al final, esto va de la inocencia que supone creerse uno mismo que puede llegar a sus objetivos, aunque no sean los del resto y, quien sabe, tal vez lograr ser feliz.
Ya hemos visto esta práctica en muchas otras películas como “Carmen y Lola” (Arantxa Echevarria, 2018), en la que escenarios reales, improvisación como clave del “acting” y actores naturales y profesionales son las técnicas más usadas. Es el caso de tantos filmes, vistos recientemente en nuestro país de mano de nuestras cineastas.
“Tenía que explicar una historia que yo supiera contar bien. El hecho sobre el que gira la película y que yo consideraba suficientemente importante como para hablar de él. No era cuestión de ponerme a buscar en Google cómo reaccionan las personas en tal situación”. Así defiende la trama Alemany, que debuta en el largometraje justo después del cortometraje “14 años y un día”.
Después de ser meritoria de producción en “El olivo” mostró el corto a los productores ejecutivos. Cuando los cautivó, les avisó de que también tenía el guion del largo. Les mintió. «Así que conté con Laia (Soler), y nos pusimos a escribir ese guión a partir de la historia para dentro de un mes. Tardamos tres. Pero les gustó. Y ahí parte un proceso que ha durado cuatro años». La historia se rodó en Traiguera, Castellón, la tierra de la cineasta.
Lucía Alemany también entiende que los hijos «están para romper los patrones», por eso insiste en que «Lo que tiene que hacer es cortar por lo sano y liberarse. Y luchar por su sueño».
Con la música de Òscar Senén y la fotografía de Joan Bordera, ha contado con la debutante Carmen Arrufat, además de Laia Marull, Sergi López y Joel Bosqued, entre otros. Así se ha alzado con el premio a Mejor actriz de reparto (Laia Marull), de 7 nominaciones en los Premios Gaudí, además de otras nominaciones a mejor actriz revelación (Carmen Arrufat) y canción en Los Goya y a mejor actriz de reparto (Laia Marull) en los Premios Feroz.
Estamos en épocas de bonanza con respecto a este tipo de proyectos. Recemos para que la cosa no decaiga, que nunca serán suficientes.
Nuestra calificación: (4/5)
“What will happen at home when they find out about that?»