PREMONICIÓN (2015) de Afonso Poyart
“No creo en lo paranormal”
Cuando el thriller sale a escena muchos son los antecedentes en los que poder fijarse. Pueden desplazarse hacia la época dorada de Hitchcock, algunos trabajos de Wilder, moverse por el territorio asiático e influenciarse en Kurosawa, o bien interesarse por algunas obras más modernas, como “El silencio de los corderos” o “Seven”, que dejaron un sabor de boca reconfortante y, dentro de unos límites, consiguieron relanzar el thriller y, más en particular, los asesinos en serie a la palestra. Dentro de ese subgénero existen varias películas actuales, por ejemplo “Prisioneros” de Denis Villeneuve, aunque más que de un asesino podría tratarse de un psicópata (si es que pudieran disociarse ambas). “Premonición” (“Solace” en inglés) escapa del género más puro para acercarse más a una intriga psicótica, donde los sucesos se resuelven por el golpe de casualidad (o ciencia que llaman ellos), aunque dejando claro que es una copia (incluyendo actor y papel) de “El silencio de los corderos”.
Un asesino en serie anda suelto, todos sus asesinatos siguen un mismo patrón y despistan al FBI. Sin nada a lo que agarrarse, el FBI se alía con John Clancy (Anthony Hopkins), un hombre con habilidades extrasensoriales para intentar encontrar al asesino. La historia arranca demasiado rápida, sin dejar lugar a presentaciones en apenas diez minutos ya está el equipo formado para perseguir las pocas pistas que aparecen. De vez en cuando el ritmo ágil se va pausando para intercalar dramas familiares o personales, los cuales no aportan absolutamente nada, sin embargo un poco de pausa distrae ante la gran dinámica inicial. Sorprendentemente mantiene el interés bastante rato, aunque los descubrimientos sean golpes de pura suerte (nadie se cree que John tocando un objeto sepa absolutamente toda la vida del implicado o implicada) y debes poner mucho de tu parte para creértelo, pero la magia por descubrir al asesino se mantiene activa siempre. Según se suceden los asesinatos el círculo se va cerrando, y resulta que no saben por dónde cerrar el guion que comienzan a sacar de la manga tópicos y conclusiones muy desagradables, un psíquico saca a otro psíquico y se entrelazan con una torpeza que deja la última media hora a la altura del suelo.
Los aspectos técnicos tampoco ayudan a dotar de cierta creatividad la obra. Los avistamientos de John son exageradamente sonoros, no crea tensión este recurso pues sobrecarga mucho, asusta ante la tranquila investigación sonora. Puede entrar un par de veces, pero es un recurso reiterativo que destroza por completo el trabajo de tensión. Respecto al ritmo ya se ha comentado que es bastante fácil de seguir, porque la historia no te deja pensar por ti y te lo da todo hecho, aparte del halo inverosímil de la psicosis, porque… ¿cómo cerrar este hilo abierto? Una visión de John y se acabó. No se observa cambio hacia lo positivo cuando aparece Colin Farrell, el alter ego de John, que es bastante torpe para la consecución del guion. Otro golpe que para dar verosimilitud debes dársela tú, porque el director ya se ha olvidado directamente de que la historia tenga algo de lógica.
“Premonición” es una obra más de tarde. Queriendo ser similar a “El silencio de los corderos” termina fracasando precisamente por intentar emular. En aquella Anthony Hopkins es real, realiza una soberbia interpretación y para nada tiene golpes de psiquiatría para descubrir nada, habla de sus sucesos y como se desenvolvería él en el caso de los asesinatos. En esta no trabaja, se deja llevar y su gesto es siempre el mismo, no juega con el carácter de un psiquiatra, aparte que por mucho que se esforzase tampoco iba a levantar el vuelo. Oír comparaciones con “Seven” también resulta dañino, pues ni el ambiente ni las actuaciones se le acercan, además que el asesino de “Seven” cuando aparece es digno de homenaje, y en “Premonición” es casi una broma, un sinsentido. En definitiva, una película que no aburre, sirve como un entretenimiento correcto, pero de la que no se puede rascar nada positivo.
«I don’t believe in the paranormal»