SIN RODEOS (2017) de Santiago Segura
“No quiero más dramas en mi vida, quiero comedias entretenidas”. Alaska.
Anoche tuve la fortuna de asistir al preestreno en los cines Lys de Valencia de la última película de Santiago Segura “Sin rodeos”, una comedia sin más pretensiones que hacernos pasar un buen rato y hacernos reflexionar hasta qué punto somos auténticos con nosotros mismos.
Paz, excelente Maribel Verdú, es una mujer que lleva una vida aparentemente ideal: tiene un buen trabajo, pareja, amigas, un buen piso, coche…todo lo que se supone en nuestra sociedad que nos da felicidad; pero ella no lo es, vive en constante angustia porque no se atreve a ser ella misma, por lo que todo el mundo la ningunea, lo que hace que en un momento de desesperación acuda a un gurú “New age” interpretado por Santiago Segura, que le receta una poción milenaria que promete librarla de todos sus problemas.
A partir de tomársela, su vida da un vuelco de 180°, ya que se siente incapaz de parar de decir y actuar con todo lo que realmente piensa y siente.
Me encanta la forma de ver la vida de Santiago Segura, sin complicarse la existencia, siendo simplemente lo que es, y aportando su gran sentido del humor a todo lo que hace, pues para mí el humor es de vital importancia, mucho más que ver una película con un guion impecable.
Digo esto porque aunque “Sin rodeos” se la puede criticar de película floja y tontorrona, deja muy buen sabor de boca y el público en general salió satisfecho, por los aplausos y comentarios finales que pude compartir y escuchar.
Y ya para finalizar hablaré de lo que más me gusta, que es reflexionar sobre lo que me ha aportado esta película.
Me ha recordado que la felicidad no depende de acontecimientos externos, sino de nuestra actitud ante ellos, y reinterpretando la letra de la estupenda canción de Alaska, “no quiero más dramas en mi vida…”, yo prefiero que a mi vida venga lo que tenga que venir, si son dramas bienvenidos, y si son comedias también, pues preferir unos en detrimento de otros nos lleva a vivir en constante alerta y tensión para evitar el que no deseamos, con lo cual ya estamos entrando en drama, que es lo que tratamos de evitar.
Y la comedia de nuestra vida la vemos cuando nos percatamos de las incongruencias en las que vivimos habitualmente, como por ejemplo tratando de evitar el drama o dolor, lo mismo que trata de evitar Paz, y así le va de mal aparentemente en la forma.
Hasta que decide perder el miedo a vivir el drama, y se lanza al vacío a ser ella misma, pase lo que pase, importándole un bledo el dolor que eso pueda suponerle, y así le empieza a ir bien aparentemente en la forma.
Cuando nos atrevemos a mirar al miedo de frente y hacer caso omiso a sus dictados, y nos lanzamos al vacío de ser auténticos, pase lo que pase… Entonces, pase lo que pase, quizá nos demos cuenta de que siempre hemos vivido en una comedia entretenida, pero no lo veíamos en nuestro empeño de vivir siempre en Happyland.
El mundo al revés.
Nuestra calificación: (3/5)
«I don’t want more dramas in my life, I want entertaining comedies». Alaska.