100 DÍAS DE SOLEDAD (2017) de Gerardo Olivares y José Díaz
“Reenamorándonos de la madre naturaleza”
José Díaz es un luchador y un campeón. Y así lo ha demostrado en la película documental que ha dirigido y guionizado junto a Gerardo Olivares. Película que además ha quedado finalista en el “Jackson Hole Wildlife Internacional Film Festival”, considerados como los “Óscar del cine de la naturaleza”.
Este asturiano de buen carácter y mejor planta, se recluye durante cien días cual ermitaño en una cabaña del Parque Natural de Redes, en Asturias; armado solo con una cámara, un trípode y un drone, y acompañado solo por los animales y una libreta donde va apuntando todos sus pensamientos y vivencias.
José consigue en esta historia hacernos conectar con la naturaleza, con su majestuosidad, su quietud y su paz. Al estar completamente aislado de todo, sin móvil ni reloj, ni ordenador, ni televisión, ni siquiera sin electricidad, nos recuerda lo terriblemente dependientes y alienados que nos encontramos y lo mucho que estamos olvidando las maravillas que el mundo nos ofrece y que nos estamos perdiendo, viviendo a través de una pantalla. No todos los días son buenos, no todo es bonito, por supuesto. En su exilio, hay veces que pierde los nervios, que las ganas de ver a su familia le pueden y la soledad le pesa, por no hablar del frío que pasa el pobre.
Pero José no es en realidad el protagonista de esta película, sino el río, la lluvia implacable, las montañas, los animales salvajes, los amaneceres y atardeceres. Todos ellos, con una hermosa música de fondo creada por el hijo de José, configuraran un delicioso homenaje a la naturaleza salvaje.
La aventura de José a través de los imponentes montes asturianos, consigue traspasar la pantalla, sufrimos con él, disfrutamos de todo lo que ve, de todo lo que siente, de todo lo que la naturaleza le transmite y le enseña y casi nos entran ganas de salir, calzarnos las botas montaña e irnos lejos, bien lejos, donde el silencio y la paz no sean un lujo.
Esta historia de valentía y superación personal, tristemente no ha llegado a tantos cines como debería, porque es ciertamente una belleza de principio a fin durante noventa minutos, pero que sin la promoción adecuada, pasa lo que pasa, que solo un número muy reducido de espectadores podrán disfrutarla, así es el “show business”, supongo.
Así que amantes de la naturaleza, de toda la belleza que la madre tierra nos regala, estéis donde estéis y viváis donde viváis, no os podéis perder a José y su película.
Nuestra calificación: (3/5)
«Re-falling in love with Mother Nature»