COMANCHERÍA (2016) de David Mackenzie
“Plata o plomo”
Nos encontramos ante una de las mejores películas del año que acabamos de cerrar, un western social con tintes de “Road movie” con un reparto perfecto que se adapta milimétricamente a las necesidades narrativas del film y con una banda sonora empapada de “Southern rock” (no confundir con el estilo country, por favor) que pone la guinda perfecta a esta sensacional cinta que, de momento y a la espera de los Oscar, ya cuenta con tres nominaciones a los Globos de Oro.
Mal traducida a nuestro idioma con el título de “Comanchería”, “Hell or High Water” (algo así como “Contra viento y marea”) comienza directamente con el hecho que será el hilo conductor de la trama: el atraco a la sucursal de un banco texano y la posterior huida de los atracadores. Conforme avanza la trama se nos van desvelando los objetivos y las personalidades dispares de los personajes que poco a poco nos sitúan y adentran en el contexto de éstos en el film. No quiero desvelaros detalles de la trama ya que os condicionaría a la hora de verla y os recomiendo que veáis la película sin ni siquiera leer la sinopsis ya que así podréis disfrutarla y sorprenderos muchísimo más.
La cinta dirigida por David Mackenzie y protagonizada por un sublime Jeff Bridges (interpretando a un viejo Marshall al borde de la jubilación) Chris Pine y Ben Foster nos ofrece una exquisita y planeada justicia social a base de mucho plomo, huidas y persecuciones por las desérticas carreteras del corazón de Texas y, todo ello, sin subestimar al espectador planteándole un inteligente y bien hilado western moderno de principio a fin.
Otro factor a resaltar es cómo personajes y paisaje se funden a la perfección llegando casi a mimetizarse haciendo consciente al espectador de que sería incapaz concebir la trama sin este entorno que adquiere una importancia vital para comprender tesituras y personalidad de cada uno de ellos.
Magnífica realización y exquisita fotografía con esos maravillosos planos del desierto y la carretera cuando el sol comienza a caer en la árida llanura regalando al espectador imágenes dignas de preservar en la retina y con el deseo de marcarte una “Ruta 66” en cuanto abandones la sala del cine.
Respecto a la banda sonora he de decir que rellena cada grieta de la cinta emergiendo desde abajo y colmando en primer plano las grandes secuencias del film fundiendo todo en un solo elemento y dejando al espectador una sensación de libertad e identificación con el lugar que es sencillamente sublime ya que encaja a la perfección como si de la pieza de un puzle se tratara y que no sería concebible con otro estilo musical que no fuera el que se plantea en la película.
En definitiva, “Hell or High Water” es una de las gratas sorpresas del año y toda una obra maestra que debéis ver porque se va a hablar mucho de ella en los próximos meses.
“Silver or lead”